El 2 de junio de 2010, el venezolano Armando Galarraga lanzó 8 innings y dos tercios en forma impecable, pero el juego
perfecto desapareció con el bateador número 27.
El novato Jason Donald conectó
una rola al primera base Miguel Cabrera, quien lanzó la bola a Galarraga que
salió a cubrir la primera base, pero el umpire de primera base Jim Joyce
incorrectamente marcó "safe" en una jugada cerrada, lo que impidió
conseguir el juego perfecto y el juego sin hit ni carrera, adjudicándosele al
bateador Donald, un infield-hit. Galarraga retiró al siguiente bateador, y así
completó un juego con un solo hit, aunque algunas personas en la prensa de los
Tigers prefirieron llamarlo “el juego perfecto de 28 outs”.
Galarraga hizo 88
lanzamientos, 67 de ellos fueron strikes, consiguió la victoria 3 a 0 sobre los Indios de Cleveland, en el Comerica Park de la ciudad de Detroit. Si hubiera completado el juego
perfecto (83 lanzamientos), hubiera sido el número más bajo de lanzamientos
hechos desde los 74 en el juego perfecto de Addie Joss en 1908, y el juego más
corto desde el juego perfecto de Sandy Koufax en 1965. Hubiera sido el segundo
juego perfecto en las Grandes Ligas en tan solo 4 días, ya que Roy Halladay
había lanzado uno con los Filis de Philadelphia el 29 de mayo, y el tercero en
24 días tomando en cuenta el que lanzó Dallas Braden de Oakland el 9 de mayo de
2010.
Joyce expresó posteriormente: “Esta
iba a ser la más grande sentencia de mi carrera, y la pateé”. Entre lágrimas admitió:
“Yo le costé a ese muchacho un juego perfecto”. Presentó después una disculpa
directa a Galarraga, diciendo que la decisión fue incorrecta. Galarraga aceptó
el error con dignidad, diciendo posteriormente: “Nadie es perfecto”. Los
comentaristas apuntaron el manejo de la situación como un ejemplo de espíritu
deportivo por ambas partes. Le fue obsequiada una “Medalla de la Sensatez".
Sus zapatos (spikes)
utilizados ese día fueron donados al Salón de la Fama del béisbol en
Cooperstown, como reconocimiento a su labor. Igualmente, se encuentra la
almohadilla de primera base de ese juego.
Armando Galarraga quedó inmortalizado
con esa jugada controversial, que permitió la equivocación del árbitro Joyce y
la correcta actitud deportiva del venezolano, al aceptar la decisión incorrecta
en tal preciado juego, al recibir deportiva y caballerosamente las disculpas de
Joyce. En reconocimiento, le fue obsequiado un automóvil Corvette rojo.
Miguel Dupouy Gómez.
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