El
pitcher cubano José Fernández de los Marlins de Miami.
El 25 de septiembre de 2016,
falleció trágicamente, a los 24 años de edad, el cubano José Fernández, pitcher
derecho estrella de los Marlins de Miami, al chocar con su bote contra un rompe
olas cerca de Fisher Island, en Miami, Florida. Viajaba con 2 amigos. Ninguno
de los 3 ocupantes sobrevivió al accidente.
Fernández jugó 4 temporadas
con los Marlins de Florida: 2013-2016. Fue ganador del Premio “Novato del Año”
la temporada 2013, a los 20 años de edad. Ocupó el tercer lugar para obtener el
premio Cy Young esa misma campaña de su debut y participó en 2 Juegos de las
Estrellas las campañas 2013 y 2016. Se había realizado la operación “Tommy
John” en el año 2015.
La
actuación de Fernández esta temporada 2016 fue de: 16
victorias y 8 derrotas, porcentaje de victorias/derrotas de .667, efectividad
de 2.86, 29 partidos jugados (todos como abridor), 182.1 innings de labor, 149
hits le batearon, 63 carreras permitió (58 limpias), 13 jonrones, 55 boletos y
253 ponches. Su actuación será considerada para el premio Cy Young 2016 de la
Liga Nacional.
De
por vida, sus números fueron: 4 temporadas jugadas, 38
victorias y 17 derrotas, porcentaje de victorias/derrotas de .691, efectividad
de carreras permitidas de 2.58, 76 partidos jugados (todos como abridor),
471.1 innings de labor, 357 hits le batearon, 150 carreras permitió (135
limpias), 31 jonrones, 140 boletos y 589 ponches.
Todo el béisbol se encuentra
de luto por esta pérdida inesperada de tan joven y prometedora estrella de la
Gran Carpa. Elevo mis oraciones por el eterno descanso de su alma y remito mis
condolencias a familiares y amigos.
A
continuación, comparto con ustedes, una lista de algunos peloteros que
fallecieron trágica o inesperadamente y que llenaron de tristeza y pesar, al
mundo del béisbol:
El 26 de octubre de 2014,
falleció en un accidente de tránsito al chocar con un árbol, el dominicano
Oscar Taveras y su novia, en la República Dominicana. Taveras era grande-liga
con los Cardenales de San Luis.
El 16 de junio de 2014,
murió en Poway, California, el excelso bateador Tony Gwynn, de los Padres de
San Diego, a los 54 años. Su deceso se debió a complicaciones sufridas por un
tumor canceroso en su mejilla derecha. Gwynn llegó a expresar que creía que
mascar tabaco le había ocasionado el cáncer.
El 23 de mayo de 2010, el
lanzador derecho dominicano José Lima, falleció a los 37 años, de un ataque
masivo al corazón, en Pasadena, California.
El 9 de abril de 2009, murió
a los 22 años de edad, el pitcher derecho de los Angelinos de Los Ángeles, Nick
Andehart, en una colisión de 2 vehículos, cuando un conductor ebrio se “comió
la luz” a alta velocidad. En esa ocasión, fallecieron también 2 de los amigos
de Adenhart que se trasladaban con él.
El 29 de abril de 2007, el
pitcher relevista derecho Josh Hancock, de los Cardenales de San Luis, falleció
a los 29 años, al chocar su camioneta con una grúa estacionada en una autopista
de Missouri, que le estaba prestando ayuda a un vehículo averiado.
El 11 de octubre de 2006, el
pitcher relevista Cory Lidle, de los Yanquis de Nueva York, se estrelló contra
un edificio residencial en Manhattan, Nueva York, piloteando su avioneta. Tenía
34 años.
El 6 de marzo de 2006, murió
Kirby Puckett, de un derrame cerebral, en Phoenix, Arizona. El pelotero tenía
45 años de edad y fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown
en el año 2001. Puckett se tuvo que retirar tempranamente del béisbol por
presentar visión borrosa y tener un glaucoma en su ojo derecho. Era uno de los
peloteros más populares de los Mellizos de Minnesota.
El 17 de febrero de 2003, el
pitcher Steve Belcher, de los Orioles de Baltimore, de 23 años de edad, fallece
1 día después de desplomarse en un juego de spring training en Fort Lauderdale,
Florida. Se asocia su muerte al consumo del suplemento alimenticio, Efedra,
para la pérdida de peso.
El 22 de junio de 2002, el
pitcher derecho de 33 años de edad, Darryl Kile, de los Cardenales de San Luis,
fallece en su habitación de hotel en Chicago, por un bloqueo en sus arterias
coronarias. Sus compañeros de equipo, se extrañaron, al no presentarse al juego
de béisbol celebrado en el estadio Wrigley Field.
El 23 de septiembre de 2000,
el mexicano Aurelio Rodríguez, tercera
base de los Tigres de Detroit, fue arrollado por un auto y falleció a los 52
años.
El 28 de agosto de 2000,
pierde la vida el dominicano Andújar Cedeño, por un accidente automovilístico,
cuando se dirigía a su casa ubicada en La Romana, República Dominicana. Era el
campo-corto de los Astros de Houston.
El 16 de mayo de 1998, muere
el dominicano Rufino Linares, en un accidente automovilístico, cuando se
trasladaba desde Santo Domingo a su casa en San Pedro de Macorís (República
Dominicana). Era jardinero de los Bravos de Atlanta.
El 23 de marzo de 1993,
fallecieron en un accidente con una lancha rápida que impactó contra un muelle
en Florida, los lanzadores de los Indios de Cleveland, Tim Crews (de 33 años) y
Steve Olin (de 27 años). El pitcher Bob Ojeda, quien acompañaba a los
fallecidos, sufrió percances. Crews era quien conducía la embarcación.
El 22 de septiembre de 1992,
el pitcher mexicano Aurelio López, quién jugó con los Tigres de Detroit,
falleció en un accidente de tránsito, 1 día después de haber cumplido 44 años
de edad. El fatal hecho ocurrió en Matehuala, San Luis Potosí (México).
Thurman
Munson, cátcher y capitán de los Yanquis de Nueva York.
El 2 de agosto de 1979, el
cátcher estrella y capitán de los Yanquis de Nueva York, Thurman Munson, se
estrelló piloteando su avioneta, cerca del aeropuerto Akron-Canton, de Ohio, en
su día de descanso, cuando practicaba despegues y aterrizajes. Munson murió por
asfixia, al haberse roto el cuello en el accidente. Los 2 pasajeros que
viajaban con él, sobrevivieron a pesar de encontrarse la nave incendiada.
El 23 de septiembre de 1978,
murió el jardinero de los Angelinos de California, Lyman Bostock, quien había
jugado en Venezuela con los Tigres de Aragua. Bostock de 27 años, fue asesinado
de un tiro en la cabeza, en el interior de su vehículo, que le hicieron, en
Gary, Indiana, cuando visitaba a unos parientes después de un partido.
El
boricua Roberto Clemente, el ídolo de Latinoamérica, llamado “El Relámpago de
Carolina”. Primer latinoamericano en ingresar al Salón de la Fama del Béisbol
en Cooperstown, en 1973.
El puertorriqueño Roberto
Clemente falleció el 31 de diciembre de 1972, en un accidente aéreo cuando
traslada comida, ropa y suministros a los ciudadanos afectados por el terremoto
de Managua (Nicaragua), saliendo desde Puerto Rico. En su último partido, había
alcanzado los 3.000 hits de su carrera. En 1973, fue inmortalizado post-mortem,
al Templo del Béisbol en Cooperstown, por una votación especial.
Billy
Martin, segunda base y Manager de los Yanquis de Nueva York.
El 25 de diciembre de 1989,
el segunda base y manager de Grandes Ligas, Billy Martin, falleció al chocar
con su vehículo, en una tormenta de nieve, el día de Navidad, presentando
politraumatismos en su cuerpo. Fue en Port Crane, norte de Binghamton, Nueva
York. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio “Puerta del Cielo” (Gate of
Heaven) en Hawthorne, Nueva York. Su tumba está localizada muy cerca de la de
Babe Ruth (a 46 metros), en la sección 25. Su epitafio en el monumento de su
tumba, expresa sus palabras pronunciadas con respecto al acto del retiro de su
número 1, por la prestigiosa divisa neoyorquina en 1986, que dice: “Quizás yo no sea el mejor jugador de los
Yanquis en vestir su uniforme, pero fui el más orgulloso”.
El 11 de octubre de 1986, el
ex-primera base y jonronero de los Tigres de Detroit, Norman Cash, falleció
ahogado, a los 51 años, cuando resbaló de un muelle y se golpeó su cabeza,
cayendo al fondo de las aguas de Beaver Island, en el lago Michigan.
El 21 de noviembre de 1958,
en un accidente automovilístico, pierde la vida a los 49 años de edad, Mel Ott,
conocido como el “Maestro Melvin”, este gran pelotero es miembro del Salón de
la Fama de los Inmortales del Béisbol. Jugó 22 temporadas con los Gigantes de
Nueva York.
El 9 de septiembre de 1959,
Terry Lyons de 50 años de edad, quien fuera primera base de Filadelfia, murió
asfixiado, mientras su dentista le suministraba un gas.
El 21 de julio de 1967,
falleció en Miami, Florida, a los 59 años de edad el legendario primera base
Jimmy Foxx, jugador perteneciente al Salón de la Fama y quien vistió las
camisetas de Filadelfia, Boston y los Cachorros. Murió asfixiado, mientras
comía, un pedazo de carne se le atoró en la garganta.
Babe
Ruth, “El Bambino de Oro”.
El 16 de agosto de 1948,
falleció el más grande y famoso pelotero de la historia del béisbol, Babe Ruth,
a los 56 años, debido a un cáncer en la garganta que le fue diagnosticado en
1946. Fue célebre su histórica despedida del Yankee Stadium, “La casa que Ruth
construyó”, el 13 de junio de 1948. Su féretro estuvo 2 días en el Yankee
Stadium y más de 100.000 personas fueron a expresarle su último adiós.
El
“Caballo de Hierro” Lou Gehrig llora ante los fanáticos del Yankee Stadium en
su despedida. 4 de julio de 1939.
El 2 de junio de 1941, murió
el ídolo de multitudes, el “Caballo de Hierro”, el primera base y cuarto bate
de los Yanquis de Nueva York, Lou Gehrig. Luego de haber sufrido una rara
enfermedad para la época, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que le mermaba
sus facultades físicas. Esta enfermedad, en los libros de Medicina
estadounidenses, es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig. El 4 de julio de
1939, en el Yankee Stadium se llevó a cabo la emotiva ceremonia del retiro de
su número 4 como homenaje a su carrera, era la primera vez que se hacía este
gesto de honor a un pelotero de Grandes Ligas. Estuvieron presentes sus
compañeros que conquistaron el campeonato de 1927 y muchos otros. Gehrig al
final expresó sus sentidas palabras, bajo el llanto, que quedaron
inmortalizadas para la historia: “Me
considero el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra” y ante un
estadio repleto y conmovido, al concluir, Babe Ruth lo abrazó. Sus palabras
completas de su intervención, son consideradas como uno de los hitos más
emotivos en la historia del deporte de los Estados Unidos de Norteamérica. Sus
restos reposan en el Cementerio Kensico de la ciudad de Valhalla (condado de
Winchester, estado de Nueva York).
Dos
ídolos y leyendas de los Yanquis de Nueva York y del Béisbol: Lou Gehrig y Babe
Ruth se funden en un abrazo emotivo en el Yankee Stadium. 4 de julio de 1939.
El 17 de agosto de 1920, el
campo-corto y segunda base de Cleveland, Ray Chapman, quien tenía 29 años,
falleció de un bolazo en la cabeza al ser golpeado por el lanzador de los
Yankees, Carl Mays. De esta manera, ocurrió la única muerte trágica dentro
de un terreno de béisbol en las Grandes Ligas.
El 2 de julio de 1903, Ed
Delahanty, de 35 años, pereció en las famosas Cataratas del Niágara, en
Ontario, Canadá, al saltar desde un puente. Era uno de los bateadores más temibles
de su época. En 16 temporadas en las Mayores dejó un promedio de bateo de .346.
Ingresó al Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown en 1945.
El 10 de mayo de 1881 se
suicida en Nueva York, Fraley Rogers, jardinero de Boston, de un disparo. Es
considerado como el primer jugador de las Ligas Mayores, que falleció
trágicamente, a los 31 años de edad.
De
los venezolanos, recordamos y lamentamos los fallecimientos de:
El 29 de diciembre de 2011,
murió el pitcher derecho, Rosman García, de los Tigres de Aragua, al sufrir un
accidente de tránsito en la Autopista Regional del Centro, en el kilómetro 24,
en el Edo. Miranda cuando viajaba hacia Maracay (Edo. Aragua). Su número 47 fue
retirado de la divisa maracayera. Esa temporada, los Tigres de Aragua se coronaron
campeones a pesar de la tristeza que les embargaba por la pérdida del compañero
y amigo, a quien le dedicaron el campeonato.
El 25 de mayo de 2008, el
pitcher derecho y grande-liga Geremi González, pereció al recibir el impacto de
un rayo en su cuerpo manejando una moto de agua (wave-runner) en una playa de
Maracaibo (Edo. Zulia).
El infielder Gustavo Polidor, poseedor de una gran defensiva.
El infielder Gustavo Polidor, poseedor de una gran defensiva.
El 28 de abril de 1995, unos
delincuentes asesinaron al infielder Gustavo Polidor, de los Angelinos de
California en el Big-Show e integrante de la famosa “Guerrilla” de los
Tiburones de La Guaira, cuando intentaron secuestrar a su hijo y robarle su
vehículo.
El 23 de noviembre de 1990, el
cátcher Baudilio Díaz, quien había jugado con los Medias Rojas de Boston, Indios
de Cleveland, Filis de Filadelfia y Rojos de Cincinnati en las Grandes Ligas y
con los Leones del Caracas, tuvo un accidente en su casa, reparando su antena
parabólica. Al desprenderse ésta, le aprisionó el cráneo, provocándole su
muerte. Baudilio tuvo por muchos años el récord de máximo jonronero en la
temporada invernal de Venezuela con 20 estacazos, en la campaña de 1979-1980.
El 10 de noviembre de 1990,
en un accidente vial en Saltillo (México), pereció el pitcher cubano, Aurelio
Monteagudo, a quién los venezolanos y mexicanos, consideran como compatriota. Aquí
en Venezuela jugó con los Tiburones de La Guaira.
El 19 de diciembre de 1984,
el primera base y bateador emergente Gonzalo Márquez, quien había jugado con
los Atléticos de Oakland y Cachorros de Chicago en las Mayores y con los Leones
del Caracas, falleció en un accidente de tránsito en la Autopista Regional del
Centro, cercano a la población de La Victoria (Edo. Aragua) viniendo de
Valencia a su residencia ubicada en los altos mirandinos (Venezuela).
El
pitcher derecho Néstor Isaías “Látigo” Chávez.
El 16 de marzo de 1969, el
pitcher Néstor Isaías “Látigo” Chávez y el primera base Carlos Santeliz, fallecieron
en Maracaibo (Edo. Zulia) en un accidente aéreo, al explotar el avión de la
compañía venezolana Viasa.
El 25 de julio de 1944, el inicialista
José Pérez Colmenares, falleció al incendiarse en Barcelona (Venezuela) el avión
donde se trasladaba. El estadio de la ciudad de Maracay (Edo. Aragua) lleva su
nombre como homenaje a su memoria.
He querido recordar a
algunos grandes peloteros que partieron muy rápida e inesperadamente de este
mundo y que permanecen en los corazones y memoria de muchos fanáticos, de este
gran deporte, como lo es el béisbol.
A todos ellos y a los muchos
que no nombré, mis oraciones por el eterno descanso de su alma, agradeciéndoles
todos sus buenos momentos. ¡Que Dios los tenga en su Gloria!
Miguel
Dupouy Gómez.