sábado, 30 de abril de 2022

Extracto del libro sobre la vida de Pete Rose

Portada del famoso libro autobiográfico "Charlie Hustle" sobre la vida de la leyenda del béisbol Pete Rose, escrito en forma conjunta junto al periodista Bob Hertzel y publicado en 1975. 

Hoy quiero compartir con los amables lectores, un extracto del libro titulado "Charlie Hustle" La Vida de Pete Rose, escrito por Pete Rose y el periodista Bob Hertzel, que fue publicado por la Revista "Deportes", el año 1979, y que conservo en mis archivos de béisbol. Así era como apodaban a Pete Rose "Charlie Hustle".

Allí, la gran estrella Pete Rose, nos describe en una especie de diario, parte de sus vivencias, que nos permitirán entender muchas de sus acciones, curiosidades, interioridades y vicisitudes por las que tuvo que enfrentar para llegar a ser el pelotero que jugaba con fogosidad, ímpetu y calidad para llegar a ser considerado como el mejor de su generación.

Sin más preámbulos, a continuación reproduzco un extracto del interesante libro que relata parte de su vida: 

La Vida de Pete Rose

El Béisbol hay que jugarlo como Hombres. 

Es conocido como "Charlie Hustle", pero es algo más que un jugador de béisbol rápido y admirado como su apodo lo indica. Es una leyenda. La gente no va a ver el juego, sino a verlo a él jugando.

Nueva York. 24 de Febrero.

Esta era la noche que Nueva York estaba esperando. Era la noche de la cena de los escritores sobre béisbol, en Nueva York; un evento que iba a reunir a Mickey Mantle, Joe DiMaggio, Whitey Ford y Willie Mays.

También nos íbamos a reunir Bud Harrelson y yo. Era nuestro primer encuentro desde aquel día en octubre de 1973 cuando peleamos en la segunda base, en el Shea Stadium, en el tercer juego del playoff, que por cierto lo ganaron los Mets.

Estaba en el banquete del Hotel Americano, para recibir el premio del Buen Muchacho, otorgado por los escritores de Nueva York. No era broma. A ellos les gustó como me manejé en medio del problema con Harrelson y les gustó también el yo haber sido siempre honesto y asequible para con los reporteros. La parte graciosa era que escogieron al propio Harrelson para que me entregara el premio. Se suponía que eso iba a ser muy divertido y yo tenía que quedar bien en este momento.

Tan pronto como vi al pequeño shortstop de los Mets, me levanté, lo abracé y le planté un gran beso. Esto era lo preciso, hubo risas, pero demostré que yo no estaba furioso con Bud Harrelson y que nunca lo había estado.

No voy a disculparme por todo lo que pasó durante el playoff de 1973. No me arrepiento de nada. No me arrepiento de la manera como me deslicé duro hacia Harrelson para impedir un doble play. Lo que siento es que eso no inspiró a mi equipo en el partido y dos días después ganaron los Mets de Nueva York. Jugué como se supone que debe ser jugado el béisbol; no iba a comportarme como una chiquilla. Se supone que debo darle a mis aficionados el pago del dinero que invirtieron y jugar duro. Todo eso es parte del béisbol, pero yo salté y golpeé a Bud con el codo, accidentalmente. Bud me gritó: "Gran carrizo, me pegaste con el codo".

"Vete de aquí", le dije loco con el score y el doble play. Vi que se venía hacia mí, pero yo no quería pelear; le hubiera podido dejarlo en el suelo, porque yo aprendí desde pequeño que si vas a pelear debes dar el primer puñetazo; si mi padre hubiera estado vivo me habría regañado por no haberle dado inmediatamente una buena paliza, pero yo no estaba furioso contra Bud ni quería problemas, tampoco quería que él me golpeara, entonces hice lo que me pareció más conveniente, lo sostuve fuertemente. De repente me di cuenta de que estábamos en medio de la defensa de los Mets, en segunda base, entonces pensé que lo único que podía hacer era tirar a Bud contra el suelo y así lo hice, pero, sentí un fuerte golpe en la espalda, un puntapié o un puñetazo. Lo único que supe fue que el replay mostraba a Wayne Garrett allí y adiviné que había sido él. Los bancos estaban vacíos y los bullpens corrían hacia la segunda base. Jonnny Bench estaba allí sacando a la gente. A mí me sostenía Ted Kluszewski, quizás el nombre más fuerte del mundo, no me podía mover estaba en buenas manos.

Pensé que todo había terminado, pero vi que Pedro Borbón, nuestro pitcher golpeaba a Buzz Capra, uno de los Mets sucede que Borbón es de muy mal carácter y se puso la gorra de Ios Mets, la de Cleon Jones. Borbón me dijo después: "Me puse la gorra y no supe lo que pasó". Tuve que reírme porque yo sí supe lo que pasó. Se quitó la gorra, la destrozó con los dientes y la tiró al suelo pedacito por pedacito, a todas estas. Jones el dueño de la gorra iba tras él recogiendo los pedazos de su gorra.

Todavía no terminó el zaperoco. Los aficionados estaban como locos, tirando al campo todo lo que podían; una botella de whisky me pegó en la cabeza y a Gary Nolan lo golpearon en la cara con una lata de cerveza a medio llenar. Sparsky Anderson, nuestro manager, sacó el team del campo; empezó a dar noticias para aquietar al público, fue peor; Chub Feeney, el Presidente de la Liga Nacional, corría de aquí para allá. Finalmente se mandó una delegación de paz y los Mets enviaron a Willie Mays, Tom Seaver, Cleon Jones, Rusty Staub y Yogi Berra. Al día siguiente decía Red Smith, columnista de deportes en el NEW YORK TIMES: "Berra era un Kissinger en pantalones cortos".

El niño Pete Rose, siendo "La Mascota" del equipo de fútbol americano semi-profesional de su padre.

Por fin se logró la paz, aunque todo el mundo estaba preocupado el umpire me mandó para el center field. Yo estaba angustiado, imagínense, nosotros jugando por el gallardete de la Liga Nacional y me sacaron de mi posición. Pensaron debilitar a los Rojos de Cincinnati por la conducta de los aficionados. Pensé: este no es el modo.

Perdimos el juego y los aficionados estaban furiosos, el playoff iba 2-1. Los Mets querían que Harrelson y yo nos diéramos la mano en el cuadrangular. No, eso hubiera sido un desastre. Allí estábamos para ganar. Este juego estará siempre en mi memoria, porque yo no jugaba solamente contra los Mets, sino contra toda la ciudad de Nueva York. Había 53.000 aficionados vitoreándome cuando con un hit en el duodécimo inning ganamos el juego; de todas maneras perdimos el playoff y el último juego fue una nota triste. En el noveno inning tuvimos que detener el juego dos veces: la gente sacó a los propietarios de sus asientos. Lois Ballou, esposa del doctor del team fue golpeada, a Ann Buse la halaron por los cabellos. Cuando el juego terminó yo estaba en base, todos temieron por mi vida, pero llegué a la cueva a salvo corriendo a través de la gente que había invadido el campo. Bench había armado a todos mis compañeros con bates para que acudieran a rescatarme si se hacía necesario.

Así, pues, la temporada terminó con violencia, y llamando a Pete Rose, el gran fanfarrón. ¿Qué me reservaría el 1974?

Tampa. 27 de Febrero.

Bob Howsam, presidente de los Rojos de Cincinnati, sentado enfrente de mí, separados por su gran escritorio. Me dijo: “Nunca pensé que le ofrecería a un hombre 150.000 dólares por jugar béisbol para mí".

No jugaría por esa cantidad, yo quería un contrato por 160.000 dólares, no del todo malo para un rudo muchacho de Western Hills, área de Cincinnati.

Me gustaba Bob Howsam, aunque había tenido ciertas dificultades con él en otros tiempos. Dos veces había tomado lo que merecía, eso no le gustaba, pero en béisbol hay que hacer lo que se puede, nunca se sabe lo que está al cruzar la esquina. Me acordaba cuando en 1972, cuando me dijeron lo importante que era firmar el contrato para los Rojos en la próxima temporada, y ya Gary Nolan me había dicho haberlo firmado. El año peor fue el 1971. El año anterior yo había hecho 205 hits, 120 carreras y 15 cuadrangulares. Había roto los récords en Cincinnati y era la Gran Máquina Roja, mientras gané un premio. Por eso me imaginé que merecía un ascenso grande, pero no hubo ningún aumento. Me puse terco, porque quería mejor salario y las cosas se pusieron desagradables. Llegó al punto de que hice una llamada con mi agente consejero Hy Ullner, pero me contestaron de Florida que tenía que ir él personalmente.

Conseguí el aumento, decidieron dármelo de acuerdo con el costo de la vida, basado en lo que un jugador promedio podría hacer en las Grandes Ligas todo esto es pasado, ahora soy un hombre de Bob Howsam, y que gran presidente ha sido para los Rojos! En 1973 tuvimos más de dos millones de partidarios, lo que es una impresionante estadística en la historia del béisbol; además Cincinnati no es una enorme ciudad. Bob ama el juego y sufre si baja su popularidad.

Se preocupa mucho por el asunto salario: no cuando se refiere a Johnny Bench, a Joe Morgan, a Tony Perez ni a mí que ganamos cantidades de seis cifras cada uno, pero él piensa que esta tendencia puede acabar con el juego. Él no cree en contratos de varios años porque piensa que si el jugador es bueno vale la pena contratarlo de nuevo, pero si no sale bueno, lo mejor es dejarlo.

Siempre le hablo claro a Howsam, él aprecia mi facilidad para dirigir. Una vez me invitó a su hotel para desayunar, allí hablamos de qué se podría hacer para ayudar a Sparky, y también para aseguramos que Danny Driessen, estuviera contento con su contrato ya que era bueno por sus hits, quería estar seguro de que Danny no se volviera un problema.

Dos fotografías del niño Pete Rose aprendiendo a jugar béisbol. Tenía 7 u 8 años cuando ya podía batear la curva.

Tampa. 28 de febrero.

Cuando me levanté esa mañana vi que en el periódico decía: “Pete Rose firma por 158.000 dólares". Rápidamente me fui al diario a ver a Jim Selman y le dije: ¿Por qué me estás rebajando el sueldo?

Yo había conocido a Selman hacía tiempo. Empezamos a hablar del pasado; cuando jugué en Tampa en mi segundo año de pelotero y fue un récord del cual todavía estoy orgulloso: hice 30 hits triples, dos cuadrangulares y dos triples más en el playoff. Selman me preguntó ¿Cómo puedes recordar tan bien lo pasado, después de haber firmado un contrato por 160.000 dólares, como me cuentas hoy? Muy fácil, respondí, es muy difícil olvidar cuando ganaba cuatrocientos dólares al mes y tenía solamente dos pantalones y tres pares de medias. Sin embargo eran días buenos; recuerdo cuando gané el campeonato de la Liga de Florida y nuestro propietario decidió darnos algo para recordar ese día; nos regaló un yesquero a cada uno, y yo ni siquiera fumaba. Siempre había bromas, juegos, y risas, todos se mezclaban, estrellas y reservistas.

Los Rojos son un team grande y feliz. Por esa razón yo nunca pensé en "arbitración" para mi contrato. Naturalmente que lo haría si no llegaba a un acuerdo con la compañía. Yo no pensé en arbitración porque podía lastimar al team; pero para muchos jugadores era muy necesario. Por ejemplo para Don Gullet, nuestro joven lanzador; a él no le gusta argumentar acerca de sueldos, se consiguió un agente y el resultado fue un buen aumento; si hubiera estado solo hubiera firmado por menos; lo mismo Tony Pérez, consiguió el mismo agente, Jerry Kapstein y logró un contrato de seis cifras.

Empezamos nuestros ejercicios y te digo, que no son fáciles. Algunos clubes trabajan hora y media y se van para su casa. Pero los Rojos de Cincinnati, trabajan hora y media y después van a practicar. Siempre le digo a Sparky que es "El Exorcista" porque nos saca el diablo; a él le gusta eso.

Mis piernas rápidamente se pusieron duras y doloridas, empecé a pensar que me estoy poniendo viejo. Pero luego hay tiempo para divertirnos y bromear. Empezamos a hitear. Para eso es que yo vivo, aunque sé que mis manos se pondrán duras y con vejigas dolorosas, pero amo esa clase de dolores.

El Club Cívico de Sedansville de la Liga Cincinnati Knotobole. Pete Rose es el cuarto, de la última fila de atrás,  empezando por la izquierda y el último de la derecha de la fila de enfrente, es mi amigo vecino Eddie Brinkman.

Tampa. 2 de marzo.

iDiablos! grité con todos mis pulmones, salí de la jaula de bateo, con gran dolor en una pierna.

Dick Baney practicaba el lanzamiento, tiró fuertemente de un lado, la pelota eludió al bate, y viajó directamente hacia mi espinilla derecha, golpeándome con todo el impacto de un martillazo.

Sentí que se iba el dolor, tenía la pierna hinchada, me volvió a doler terriblemente.

Un aficionado me gritó: "Ponle hielo", eso era lo que me faltaba, y furioso le dije: "Tú crees que eso es lo que debo hacer, ¿Qué te parece si me froto con sucio?" Yo estaba tratando de ser sarcástico, pero él no me entendió, el doctor del team fue quien me respondió: "No es mala idea, sobre todo si es pantano húmedo".

Fui cojeando hasta la casa del club y seguí las indicaciones del médico. Me pusieron hielo y ya quedé fuera de juego todo el día. Ironías del destino, cinco minutos antes, vi a Dave Concepción que venía con un tobillo roto y a Joe Morgan que tenía algo en el talón, entonces dije a Sparsky: "Somos el único team de béisbol que trabaja con doble play, tenemos un short-stop con el tobillo roto y un segunda base con el talón enfermo"; ahora tenía que pedir espacio para mí también.

Tampa. 3 de marzo.

Tony Pérez asomó la cabeza por la posada del Rey Arturo y mostrándome una caja de JB me dijo: "Ahora estoy listo para el entrenamiento de la primavera". También los jugadores de béisbol necesitan de cuando en cuando, su relax.

Tampa. 4 de marzo.

Estaba sentado en un bar con un reportero fotógrafo, hablando con el mesonero, cuando llegó un tipo a saludarme. Como siempre me estaban saludando no puse atención, pero de repente me di cuenta, lo reconocí; cuando yo era un chiquillo que jugaba en Tampa. Tommy tenía un bar en el Hotel Hillsorough. "Tommy. ¿qué pasa? ¿dónde estabas?".

"En la cárcel por cinco años", me preguntó entonces por mis compañeros de aquel entonces, Tommy Helms y Art Shamsky Empezamos a recordar te acuerdas cuando Shamsky y yo no podíamos pasar por el vestíbulo del hotel porque estaba allí el director y nos fuimos por la escalera de incendio. Alguien nos oyó y creyendo qua eran ladrones gritaban: "Párense o disparo y nos paramos". Entonces nos llevaron frente al director y nos dijo: "No los botó del béisbol porque lo que estaban era robando, vayan a dormir!!".

Este fue mi año de novato en 1963, cuando yo hiteé el jonrón contra los Mets que le dio a Jim Maloney su vigésima victoria en Polo Grounds, en Nueva York.

Tampa. 5 de marzo.

Estoy cansado de hacer mis ejercicios y de protestar. "Oakland no hace esto", grité y Larry Shepard, nuestro coach de lanzamiento vino y me dijo lo maravilloso que eran los ejercicios.

¿Tú crees que estás cansado? me gritó Johnny Bench, tendrías que estar conmigo todo el día para saber lo que es cansancio: práctica de bateo, correr, ejercicio, calentar los lanzadores... Respondí, quizás me cansaría si te siguiera por las noches.

Clay Carroll hace su trabajo próximo a mí, y cuando él esta cerca hay que reírse. El apodo de Carroll es Halcón y basta mirar su cara para saber por qué lo lleva. No es un intelecto. Viene de una granja de Clanton, Alabama, pero tiene el brazo con un cociente intelectual de 160.

Tommy siempre se estaba metiendo con Clay; cuando Clay compró un carro, Tommy dijo “Clay Carroll con un Continental es como ponerle zarcillos a un cochino", otra vez que Helms había hecho un memorable hit, Clay y otro amigo decidieron poner una gran X con adhesivo donde había sido el hit; cuando Helms lo vio dijo: "Tiene que haber sido Clay, porque veo su firma".

Tampa. 6 de marzo.

Cuando estábamos en los entrenamientos de Primavera, permanecíamos en la posada del Rey Arturo. Allí habíamos estado por 10 años. Es un lugar agradable. Teníamos dos cuartos, una cocinita. Esta vez traje a mi esposa Karolyn, mis dos hijos Pete de 4 y Fawn de 10 y mi suegra, quien probablemente fue quien más gozó de todos nosotros.

Después de la práctica estaba jugando con Pete, a quien llamo Gugüi, no me pregunten por qué. Mi hijo con un bate es feliz; pero yo no pienso empujarlo a ser jugador de béisbol, que sea lo que él quiera; pero yo se lo estoy enseñando y a él le gusta. El sabe hacer un hit mejor que cualquier muchachito de 4 años. Yo estaba lanzando y Pete bateando, cuando Joe Bowen, un scout de los Rojos que venía hacia el hotel dijo: "¡Diablo! ¿Quién es ese muchachito que lo hace tan bien?" Perdónenme si tengo un poco de orgullo paternal, debe ser igual al que mi padre sintió por mí.

He enseñado a Gugüi a usar la mano izquierda porque él es normalmente diestro y le seré muy fácil cambiar si aprende a usar la zurda. Esto es una gran ventaja y le doy las gracias a mi padre por haberme enseñado a usar las dos manos. Allá por los años de 1950, cuando yo tenia 9 años y estaba organizando mi primer team, él le dijo a mi manager: Quiero que aprenda a manejar la zurda igual que la diestra. Así en 1973 fijé mi récord con 181. El récord del mayor número de hits por un zurdo lo tiene Frankie Frisch.

Izquierda: Pete Rose junto a su padre; él fue quien lo enseñó a batear hits. Derecha: Pete Rose en el entrenamiento básico en el Fuerte Knox en Kentucky, en Novimembre de 1963, cuando supe que había sido nombrado el "Novato del Año" de la Liga Nacional. El sargento de mi pelotón Lester Axsom.

Tampa. 7 de marzo.

El entrenamiento de Primavera es una cantidad de cosas para una cantidad de gente, ¿para mí? Me concentro en trabajar... duro. Me encanta llegar a mi casa, al final del día, cansado; con mis manos doloridas de batear, con mis piernas doloridísimas. Me doy cuenta que no me he dejado vencer. Mi esposa y mis hijos nadan y a veces vienen a ver los juegos, al pequeño Gugüi le encanta.

El trabajo es muy duro, pero tiene que serlo. Estamos entrenando para una temporada de 162 juegos. Para llegar arriba, hay que estar en forma. Por lo general, después del trabajo, nos juntamos tres o cuatro y nos vamos a Florida Downs a ver las carreras de caballos; otras veces vamos a las carreras de perros o al jai alai. Lo fastidioso es cuando la gente no nos deja estar solos.

A veces estoy entusiasmado llevando a un perro que va al frente, bueno, realmente lo más cerca que he llegado es de cuarto; pero llega alguien y me dice: "Hola, ¿tú eres Pete Rose, no? —Sí, respondo— Entonces dime ¿cómo haces esos deslizamientos que me gusta tanto ver? ¿Te lo enseño aquí o en el concreto? —No, fírmame mi programa y cuando me doy cuenta ya son varios y no puedo seguir con mis carreras.

Otros jugadores hacen fiestas con sus familias, o juegan golf; yo no tengo paciencia para jugar golf, me gusta el tennis porque tiene bastante acción. Sin embargo, gané en el golf contra John Havlicek de los Celtas de Boston. Después de 8 hoyos, John tenía 54 y yo 55. En un hoyo, caí en el agua y la bola se fue al otro lado, de manera que para el final yo estaba retrasado y se jugaban doscientos dólares. No sé como hice, pero le gané por dos golpes.

En tennis también le gané a Karl Schranz. Se suponía que él era mejor, porque yo solamente había practicado tres meses, lo mismo sucedió con Jim McMilliam el gran jugador de basketbol de los Bravos de Bufalo. Estuve bien en levantamiento de pesas y muy mal en natación, cuando terminé ya todo el mundo había salido de la piscina, sentí que todo me daba vueltas como en una fiesta de Año Nuevo en Nueva York.

Bradenton. 9 de marzo.

Danny Driessen hizo dos hits hoy, cuando le ganamos a los Piratas 4-2. Pero esto no es raro, casi todos los días, Danny hace 2 hits. Creo que es el mejor de los jóvenes bateadores. El año pasado hizo 409 hits; en lndianápolis cuando lo llamamos y luego hizo 301 para nosotros. No es malo para un muchacho que viene de no se sabe dónde. Nunca jugó béisbol en su escuela; dice que su hermano mayor Bill es el mejor jugador de pelota.

La manera como entró Danny en los Rojos es muy graciosa; sucedió que un maestro de escuela de Hardeeville, Carolina del Norte, a 30 millas del hogar de los Driessen, quería ayudarlos a jugar y los iba a buscar para que jugaran en el team de los domingos y los llevaba de nuevo, un día este maestro escribió a los Reds describiendo específicamente a Bill como excelente jugador y como al azar mencionaba a Danny como catcher y outfielder. Los Reds escogieron a Danny que tenía 17 años, le mandaron un ticket de avión y un anuario. Quizás la mejor inversión que hayan hecho los Rojos. Luego Danny contaba que llegó tarde, perdió el avión y tuvo que venir en autobús. Me preocupa ese muchacho. Siempre ha sido hombre de primera base y ahora lo están haciendo ser de tercera, todavía no se maneja bien. Quizás nos cueste esto algunos juegos, pero su bate lograra lo mejor.

En un ventoso día de Enero de 1964, en la iglesia de St. William en Cincinnati, Karolyn Ann Engelhardt se volvió la señora de Pete Rose.

Tampa.12 de marzo.

El otro día, cuando jugábamos contra los Piratas, estaba yo junto al cuadrangular. Danny Murtaugh, el manager de Pittsburgh botaba un salivazo de tabaco. Una escritora de lndianápolis, Susan Lennis, se puso a hablar con él. Escupió su jugo de tabaco entre los pies de ella, sin ensuciarla ni con una gota. Eso se llama exactitud. Mascar tabaco es actualmente un arte perdido. No se encuentra en las Grandes Ligas nadie que lo haga. Yo no lo hago tampoco. Pero tenemos algunos que sí, que empezaron cuando Ted Uhlaender nos vino de los Indios de Cleveland. Éste amaba su tabaco; siempre tenía su tabaco en la boca. También tenemos a Alex Grammas, nunca escupe, quién sabe qué hará con el jugo, lo mismo Bench y Andy Kosco, pero éste tiene un gran problema, no puede batear con su mascada en la boca; así, cada vez que Sparky le dice que es su turno, un poco de saliva de tabaco sale de la cueva, y ya todos saben quién va a ser el bateador.

Don Lock de los Filis de Filadelfia, siempre tiene una mascada en su lado izquierdo; el otro día recibió un pelotazo y el doctor dice que fue el tabaco el que lo salvó de un daño más serio. ¿Quién dice que el tabaco es dañino para la salud? No. Don Lock, ciertamente.

Tampa. 14 de marzo.

No he practicado suficiente bateo últimamente. Una cantidad de jovencitos están haciendo hits. Un día le dije a uno de ellos: "No trates de abarcar todo. Fíjate en mí" entonces hice un hit a la izquierda, otro al centro, otro a la izquierda. "Todo está en nuestras manos, usa tus brazos"; observé que no me estaba poniendo atención. Todo el tiempo que estoy haciendo hits, estoy hablando y enseñando. Un grupo de las ligas menores oyen siempre con atención, pero no el muchacho a quien estaba hablando. Finalmente él le pregunta a uno de los muchachos que había venido a oírme: ¿Quién es ese? Ese es Peter Rose le contestan. Entonces empezó a poner mucha atención y a preguntarme. Eso me hizo sentir bien. Me parece que he ayudado a este joven y quizás a los Reds de Cincinnati.

Gary Peters y yo tuvimos algo en común en el entrenamiento de Primavera en Florida, 1964; trofeos que nos designaron como los Novatos del Año de las Ligas Nacional y Americana. (Foto: Jack Klumpe. Cincinnati Post y Time Star).

Tampa. 17 de marzo.

Gary Nolan no ha lanzado una bola dura en toda la primavera y eso es una lástima. Cuando él se siente bien, es magnífico en el béisbol. Tenía 12 juegos de experiencia en las ligas menores cuando vino a las Grandes. No era malo su score para sus 19 años, pero él se lastimó un brazo. Recuerdo el primer año que estuvo Nolan con nosotros. Larry Jansen el coach de los Gigantes dijo: "No puede durar así. Se va a lastimar el brazo. Y así fue, en la próxima temporada ya le dolía y en 1969 estaba muy mal".

Nolan había luchado duramente para llegar a las Grandes Ligas, en 1970 nos ayudó a ganar el gallardete. Naturalmente su brazo le dolía mucho al final de la temporada. Valía la pena verlo en 1972, en All-Star ganó 13-2 pero su brazo iba peor. Terminó la sesión con un récord de 15-5 y un promedio de 1.99 de carreras permitidas. En 1973 estaba desanimado. Trató todo remedio: inyecciones, píldoras, calor, ejercicio, se curó un absceso en el diente con la esperanza de mejorar el brazo, nada. En el invierno pasado, después de lanzar dos veces en 1973, trataron de matarle el nervio con una aguja eléctrica. Lo único que queda en la cirugía, pero eso significaría perder un año de lanzador. Gary vino y me dijo: "Pete,…He estado muerto año y medio y todavía no me han hecho el funeral". Trágico y tiene solamente 25 años.

Temporada de 1965. Estoy rodeado de izquierda a derecha por Tommy Harper, Vada Pinson, Chico Ruiz y Frank Robinson.

Tampa. 19 de marzo.

Este es el día esperado por todos. Esta tarde en St. Petersburg irán los Rojos de Cincinnati contra los Mets de Nueva York por primera vez desde octubre pasado. Tom Seaver lanzará por Los Mets, pero yo no voy a jugar, primero por mi pierna, segundo, porque quiero trabajar más en el bate y tercero porque me gusta hacerlo en televisión, es más divertido. Harrelson de los Mets y yo somos amigos de nuevo, sólo tengo resentimiento todavía contra Wayne Garret, en este año debo cobrarle el golpe que me dio en la espalda. Estoy esperando ser el primero cuando Morgan indique la derecha. Lo dejé en la cueva.

Vero Beach. 20 de marzo.

Ya no es marzo todo para mí, jugamos contra los Dodgers e hice tres hits; esto me hizo feliz, aunque ganaron los rivales 5-3.

Podía haber hecho 4 hits. La verdad es que los Reds necesitan reuniones porque estarnos cometiendo muchos errores. Hal King no pudo agarrar frío detrás del plato, Merv Rettenmund y Ken Griffey dejaron una pelota caer entre ellos. Merv ahora es centerfield, yo lo agarré a un lado y le dije que recordara que ahora es centerfield. A Ken le falta experiencia en las Ligas Mayores, tiene talento pero le falta mucho que trabajar; como hoy que estaba en primera base cuando Dave Concepcion hizo un hit de 10 pisos de alto, Griffey corrió y no miro hacia atrás. Llegó a la segunda, se paró y finalmente vio la pelota y ya no podía retroceder. Fue doble out.

Karolyn y la bebé Fawn fraternizan con los jugadores en la primavera de 1965.

Tampa. 21 de marzo.

George Zuraw scout de los Reds es un tipo con quien provoca sentarse a conversar. Conoce jugadores y puede detectarlos como nadie, uno de los jugadores de pelota que él detectó hace pocos años era un muchacho llamado Rose. Estaba en Pittsburgh cuando le recomendaron negociar con Willie Stargell o Pete Rose. Allí estábamos en las ligas menores Stargell en Asheville, Carolina del Norte en la Liga Sally y yo en la Liga de Florida en Tampa. Stargell ya lucía como una estrella y yo como un niñito que sólo tenía rapidez. Phil Seghi mi director dijo que yo no podía lanzar, ni batear ni correr, lo único que puede es empujar. Zuraw vio algo más, vio que yo podría traer mucha gente al parque y que haría una gran cantidad de dinero en el béisbol.

Esas son las palabras que hacen bien y también lo hacen sentirse a uno un poquito viejo. Especialmente cuando yo vuelvo la vista hacia atrás, hacia el momento en que firmé mi primer contrato con los Rojos, yo era lo que se puede llamar un riesgo.

Hice el bachillerato en cinco años, porque jugué toda clase de deportes, cuando terminé el segundo año, me pareció que mejor que ir a la escuela era jugar fútbol y béisbol; yo era un muchacho muy delgado, y quizás no me habrían aceptado los Rojos, pero mi tío Body Bloebaum habló con Phil Seghi. Me fijaron 7.000 dólares para empezar y otros 5.000 dólares si duraba 30 días en las ligas mayores.

Tampa. 22 de marzo.

Duermo muy bien. Estaba en uno de mis mejores sueños después de haber terminado nueve innings contra los Phillies, cuando repicó el teléfono; era un amigo, no un amigo íntimo, pero sí uno de mis compañeros de la Posada del Rey Arturo quien me participaba que había sido hecho prisionero por manejar ebrio y necesitaba 500 dólares que tenía en su casa, pero que no podía buscarlos. Me levanté y me fui con Buddy, el portero. Por si acaso era una trampa y me acusaban de ladrón, conseguí el dinero y lo saqué de la cárcel. Volví a acostarme, afortunadamente al otro día llovió mucho y no jugamos. Me fui a las carreras de caballos en Honda Downs, un poco expensiva la manera de pasar el día libre.

Pete Rose sobre Ron Brand, de los Astros de Houston, en camino de un doble-play en Houston, en 1965.

Tampa. 23 de marzo.

Hoy, me desempeñé como hombre de diarios. Un verdadero periodista. Todo empezó cuando vine del baile con mi esposa. Karolyn se ha vuelto una celebridad, dando su show de radio, hasta quieren que dé conferencias. Estos dos muchachos Pete Alexis y Dennis Greulle son de un nuevo deportivo que va a ser semanal en Cincinnati, y se va a llamar "Los Rojos Alertas". Conozco a los muchachos; ellos en enero habían hablado con su agente Ann Smith, pidiéndole que yo hiciera una columna. Ann aceptó, pero quería más dinero del que ofrecían y no llegaron a un acuerdo. Entonces se dirigieron directamente a mí y así hice contrato con ellos, voy a hacer una columna sin dinero.

Tampa. 25 de marzo.

Hoy supe que ellos le habían ofrecido a Ann cinco billetes grandes, me puse furioso, yo tratando de ayudar, les dije ¿Cómo le ofrecieron a Ann 5.000 dólares y cuando hablaron conmigo no me dieron nada? Llamé a Ann y ella lo consiguió, el 20% de anuncios y un dólar por suscripción. Todo lo que hago es una columna semanal. Digo quién debe ir en la portada y cuál de las esposas debe ser entrevistada.

Orlando. 26 de marzo.

Por poco mato a alguien hoy. Sentí que se me volteaba el estómago y mi corazón se hundía. Por un instante pensé que había matado a Joe Decker, el bueno y joven lanzador de los Mellizos de Minnesota. Había un out cuando vine al plato. Tiré uno por el medio, con gran fuerza. Decker no la vio venir. Pegó en su cabeza y siguió hasta la cueva de los de Minnesota. Cayó como golpeado por una bala. Con dos pulgadas más abajo, le hubiera golpeado en la sien y habría muerto. Corrí a la primera y luego a ver cómo estaba. Estaba consciente  pero no sabía qué había pasado. Recordé a Herb Score, casi perdió un ojo y arruinó su carrera cuando Gil McDougald de los Yanquis de Nueva York lo lastimó. Quién sabe si sería oportuno mover la goma un poco más, porque es cuestión de tiempo que alguien salga gravemente perjudicado.

Lakeland. 27 de marzo.

Vamos en autobús, como en los viejos tiempos en la Liga de Florida; de Tampa para Lakeland, un juego contra los Tigres de Detroit. Estoy en el frente del autobús como siempre y en un lado está Andy Kosco. Está muy serio. Originalmente estaba con los Tigres. Ellos pensaron que iba a ser otro Al Kaline y le dieron bastante dinero, pero 14 años después, aquí iba a luchar contra los Tigres. Kosko en realidad, es muy simpático, nunca tiene una palabra desagradable para nadie y trabaja duro. Estuvo en la Universidad estatal de Youngson, tratando de graduarse en leyes. Hizo una jaula de bateo en su casa, tiene una máquina de lanzar, así en invierno, si no está estudiando, está jugando. "Yo no soy un superjugador y me doy cuenta. Necesito todas las ventajas que pueda conseguir. Por eso trabajo tanto durante el invierno, creo que eso me ayudará".

Y en verdad lo ayudó. Hizo 280 hits con 9 entradas al home, después que regresó, el 15 de junio. Lo pusieron como centerfield un día, yo estaba al izquierda, puedo correr, no seré un Lou Brock, pero hice 11.2 en la competencia de superestrellas, pero Kosko estaba en el centro y el rightfielder era Johnny Bench, eso era contra Pittsburgh y Bob Prince anunciaba el juego por radio y decía "Rose es el perro de presa de ese outfield".

Entrenamiento de primavera de 1966, después de que Frank Robinson fue vendido a Baltimore, luego de diez temporadas con los Rojos de Cincinnati.

Tampa. 29 de marzo.

La temporada empieza dentro de una semana y casi no puedo esperar. Cuando pregunto quién va a lanzar por Atlanta me responden que Carl Morton.

Tampa. 30 de marzo.

Sparky siempre logra lo imposible. Puso a Pedro Borbón justamente en el momento necesario y ganamos. Borbón es todo un carácter, es de la República Dominicana y tiene el brazo más maravilloso que se pueda encontrar, incluyendo a Mike Marshall, no cuida su brazo como lo hacen otros y hasta hace de barbero en el team.

Le encanta lucir la fuerza de su brazo, en 1969, en el Fenway Park de Boston, lanzó una bola hasta la pared del Center Field a más de 400 pies y en 1972 quería pegar al techo del Astrodome y estaba en segunda base; ya casi estaba para hacerlo cuando el coach de lanzamiento Larry Shepard casi le dio un ataque al corazón y lo hizo detener. Cuando estaba en la Asociación Americana apostaba que se podía arrodillar en lo más profundo del center field, sus pies contra la pared y lanzar la pelota en un fly hasta la segunda base.

Tampa. 1 de abril.

Tony Perez tiene 5 días sin jugar lo encontré sonreído como siempre, pero cuando le dije: ¿Cómo puede un jugador tan lento halar un músculo? me respondió una palabrota en español.

Tampa. 2 de abril.

Falta solo un juego para el entrenamiento de Primavera, me encantaría hacer hoy dos outs; Morgan me dice que no me preocupe que en Riverfront cuando se abra la temporada será tan diferente como la noche del día. Yo quiero hacerlo muy bien en esta temporada, parte por el incidente en el playoff y parte por el MVP, me fastidia que digan que no debía haberlo ganado yo sino Willie Stargell; además creo que este es el año propicio para los Reds de Cincinnati.

Tampa. 3 de abril.

El béisbol no siempre es un juego feliz, tiene muchos momentos tristes. Mañana empieza la temporada y vamos a jugar sin Gary Nolan, Joan Hague, Hal King, Dick Baney. Nolan sigue con el hombro enfermo, Hague y Stahl fueron despedidos, Hague no entiende por qué el año anterior jugó muy bien; King y Baney se fueron para India, no entiendo la razón.

Cincinnati. 4 de abril.

Día de empezar la temporada 1974, es el nonagésimo-noveno (99) día de empezar para los Reds; para Pete Rose es el duodécimo (12). Es más que un día de juego, es un día de fiesta para Cincinnati, no hay clases, hay bandas musicales y paradas. Es raro que haya juego hoy, hace unos días hubo un terrible huracán que pasó por Cincinnati, medio destruyó a Dayton, hubo muertos y propiedades dañadas.

La estrella del día era el N° 44 de los Bravos de Atlanta: Hank Aaron. Había mucho dinero para pelotas en home-run 714 y 715, ya sabemos que Henry Aaron golpeó hoy su 714 home run contra los Reds. Lo hizo contra Jack Billingham, empatando el récord de Babe Ruth; yo también pegué en la pared de concreto, pero la pelota se fue detrás de la valla; eso no me gustó como tampoco me agradó nada lo que le pasó a Jack Billingham, porque él sabe lanzar; el año pasado ganó 19 juegos y no merecía ese hit 714 de Aaron. Para empeorar las cosas interrumpieron en Juego para una ceremonia con Jack perdiendo 3-0.

Presentes en el juego estaban Bowie Kuhn y Jerry Ford, vicepresidente de Estados Unidos, quien siempre decía: "Si yo hubiera jugado en los Tigres de Detroit me hubiera labrado un nombre como pelotero, había sido centerfleld en la Universidad de Michigan y había jugado como tercera base en el team de la Casa de Representativos". Ford felicitó a Aaron diciendo que era un gran día para el béisbol.

Hubiera podido ser en verdad un gran día pero fue estropeado porque los de Atlanta querían hacer un minuto de silencio para recordar el sexto aniversario de la muerte de Martin Luther King y Dick Wagner el vicepresidente de Cincinnati dijo que el Club no tenía por qué meterse en asuntos políticos y que los aficionados habían ido a divertirse y que no lo haría ni por Kennedy, ni por Lincoln, ni por nadie.

San Francisco. 7 de abril.

Aaron de los Bravos de Atlanta hizo su cuadrangular 715, esta vez contra Al Downing, tanto Billingham como yo lo vimos por televisión, yo creo que la gente no se da cuenta de lo grande de ese récord de Aaron. Pensemos que si un tipo jugara 20 años, tendría que hacer 35 jonrones por año, para llegar a 700, y ¿quién va a jugar veinte años? Con el dinero que se gana ahora nadie tiene que jugar tantos años.

San Francisco, 9 de abril.

Hoy estamos jugando contra los Gigantes, ellos tienen a Gary Matthews como el Novato del Año, eso me recuerda a un rudo y engreído chiquillo que diez años atrás fue nombrado el Novato del Año: YO.

Mi temporada de novato en las grandes ligas en 1963 fue muy dura; Don Blasingame era segunda base, después de un juego de exhibición. Fred Hutchinson me dijo que podía irme, pero Mike Ryba me insinuó que me quedara, así lo hice y empecé a ganar, pero los muchachos del team no me querían, especialmente Gene Freese, Eddie Kasko y Bob Purkey; no cuadraba yo en el team porque no era hombre de saco y corbata; los únicos que me trataban eran Frank Robinson y Vada Pinson, por eso siento todavía tanto respeto por ellos, me trataron como a un ser humano. Nunca olvidaré una noche en Chicago cuando me fui a acostar después de las 12 de la media noche, encontré que Jim Coates mi compañero de cuarto me lo había cerrado, fui a dormir en el cuarto de Vada, porque su compañero Frank estaba en Cincinnati. Fue la primera vez que me trajeron el desayuno al cuarto, costó 12 dólares y Vada los pagó. Al día siguiente no quise decirle nada a Coates, no quería disgustos, y así fue todo el año. Luego me acusaron de andar con los jugadores negros solamente y yo le expliqué al propietario de los Reds, Bill DeWitt que eran los blancos lo que me huían y que para mí, más compañeros no eran ni negros ni blancos sino personas. Menos mal que a los dos años vinieron jugadores diferentes como Tommy Helms, Tony Pérez, Chico Ruiz y Dave Bristol.

San Francisco, 10 de abril.

Siempre había oído llamar a esta ciudad, “El País del Oeste", pero la verdad es que es el lugar más frío del mundo: es casi imposible jugar aquí con este viento tan fuerte golpeándote en la cara. Antes había grama pero hoy tenemos sucio que se levanta con el viento; los aficionados envueltos en ponchos y chaquetas. Increíble que hacia abajo en la costa, la temperatura sería de 86 grados Farenheit. Si quieres tener un buen asiento debes subir unos dos mil escalones, con razón que la gente que va grita horrores. La gente cree que porque pague puede hacer lo que quiera, tiran latas de cerveza y de todo, la policía no puede hacer nada, además no están armados. A mí no me importa que me piten y me silben, por lo contrario eso me anima. En esta serie hice 5 hits en 13 turnos, lo cual no es tan malo, con razón Sparky dice que ojalá me pitaran todo el año. Perdimos 4-3.

Atlanta. 12 de abril.

Hoy supe que la Liga Mundial de Baseball quiere darme 100.000 dólares en efectivo y 200.000 dólares al año por ir a su team en Columbus. Puede ser una trampa como le sucedió a Ron Santo; de todas maneras yo no firmaría con ningún otro team sino por un contrato de tres años; ya en esta fase de mi carrera busco seguridad; además no quiero dejar a mi team, mucho menos después de haber ganado hoy 14-2 a los Bravos.

(Extracto del Libro "Charlie Hustle" sobre la vida de Pete Rose, escrito por él y Bob Hertzel conjuntamente).

Revista "Deportes", Año 1979, Caracas, Venezuela.

Espero que les hayan gustado todas las informaciones que el mismo Pete Rose confiesa en ese libro autobiográfico de su vida, co-escrito por el periodista Bob Hertzel, en el año 1975 y desconocidas por muchos aficionados del béisbol.

Miguel Dupouy Gómez.

miércoles, 27 de abril de 2022

Miguel Cabrera ante Lanzadores Venezolanos en las Mayores

Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, conectó su histórico hit 3.000, en el Comerica Park, el 23 de abril de 2022, ante el pitcher venezolano Antonio Senzatela, de los Rockies de Colorado, erigiéndose en el primer grande-liga venezolano en alcanzarlo. 

El maracayero Miguel Cabrera ha sido un gran bateador que conserva un promedio de bateo de por vida de .310, alcanzó el 23 de abril de 2022, en el Comerica Park, el hit 3.000, erigiéndose en el primer grande-liga venezolano en lograrlo. Además, tiene 502 cuadrangulares en su carrera, siendo también, el primer pelotero criollo en llegar a los 500 vuela-cercas el año 2021.

A continuación, presento las estadísticas ofensivas de Miguel Cabrera, ante 43 lanzadores venezolanos al día de haber conectado su hit 3.000 en su carrera, el 23 de abril de 2022.

En términos generales, los números de Miguel Cabrera ante los pitchers criollos en las Grandes Ligas son: 316 apariciones al plato, 272 turnos al bate, 91 hits, 17 dobles, 1 triple, 8 jonrones, 48 carreras impulsadas, 40 boletos recibido, 59 ponches, dejando un promedio al bate de .335, porcentaje de embasado de .427, porcentaje de slugging de .588 y OPS de 1.015.

Félix Hernández, de los Marineros de Seattle, fue el lanzador venezolano con el que tuvo Miguel Cabrera mayores: apariciones al plato (34), turnos al bate (28), hits conectados (11) igualado con Freddy García y pelotazos (2).



Tony Armas Jr. recibió de Miguel Cabrera, más dobles (3).

Miguel Cabrera solamente conectó 1 triple ante un pitcher venezolano y fue a Geremi González.

Freddy García, recibió como dijimos anteriormente, más: Hits (11) igualado con Félix Hernández; Cuadrangulares (3), de los 8 que dio Cabrera a pitchers criollos; carreras impulsadas (8); le propinó más ponches (8) y otorgó más boletos intencionales (4).



Martín Pérez es el lanzador venezolano que le ha dado más boletos (7).

Miguel Cabrera tiene promedio al bate (AVE.) de 1.000 con los pitchers venezolanos: Aníbal Sánchez, Fernando Nieve y Deolis Guerra. Miguel Cabrera le ha bateado a 24 lanzadores venezolanos por encima de .333 de average.

Miguel Cabrera tiene porcentaje de embasado (OBP.) de 1.000 con los pitchers venezolanos: Aníbal Sánchez, Fernando Nieve y Deolis Guerra. Miguel Cabrera ha conseguido un OBP. por encima de .333 a 27 pitchers venezolanos.

Miguel Cabrera tiene porcentaje de slugging (SLU.) de 1.000 o más con los pitchers venezolanos: Geremi González (1.400), Tony Armas Jr. (1.027), Aníbal Sánchez (1.000), Fernando Nieve (1.000), Deolis Guerra (1.000) y Edward Mujica (1.000). Miguel Cabrera ha conseguido un SLU. por encima de .500 a 18 pitchers venezolanos.

Miguel Cabrera tiene porcentaje de Embasado + Slugging (OPS.) de 2.000 con los pitchers venezolanos: Geremi González (2.000), Aníbal Sánchez (2.000), Fernando Nieve (2.000) y Deolis Guerra (2.000); Freddy García (1.339), Francisco "Kid" Rodríguez (1.000), Juan Rincón (1.000), Félix Hernández (0.964), Rafael Betancourt (0.929), Carlos Zambrano (0.828), Carlos Silva (.775), Johan Santana (.667), entre otros. Miguel Cabrera ha conseguido un OPS. por encima de .700 a 21 pitchers venezolanos.




Carlos Hernández es el único lanzador venezolano que le ha bateado Miguel Cabrera un elevado de sacrificio (1).


Lanzadores Venezolanos que han logrado contener el gran bateo de Miguel Cabrera:

He querido mostrar en este trabajo de investigación, los números ofensivos de Miguel Cabrera, ante los lanzadores venezolanos en las Mayores. Como era de esperarse, Miguel Cabrera le bateó a nuestros mejores pitchers en la Gran Carpa, información realizada hasta el día en que bateó su hit 3.000, el pasado 23 de abril de 2022.

Miguel Dupouy Gómez.