El miembro del Salón de la
Fama de Cooperstown e ídolo de multitudes, el gran receptor Yogi Berra,
falleció la noche del martes 22 de septiembre de 2015, a los 90 años de edad, por
causas naturales, en Nueva Jersey, U.S.A.
En 19 temporadas en las
Grandes Ligas, participó en 2.120 juegos, tuvo 7.555 turnos al bate, 1.175
carreras anotadas, 2.150 hits conectados, 321 dobles, 49 triples, 358
cuadrangulares, 1.430 carreras impulsadas, 30 robos de base, 704 boletos y 414
ponches recibidos, para un promedio de bateo de .285, porcentaje de embasado de .348 y de slugging .482. Su porcentaje de fildeo de por vida
fue .988.
3 veces ganador del Premio
Jugador Más Valioso de la Liga Americana, los años: 1951, 1954 y 1955.
Elegido Miembro del Salón de
la Fama del Béisbol de Cooperstown en 1972.
En 1998, se abrieron las
puertas del Museo Yogi Berra, en el campus de Montclair State College, en las colinas de Montclair, Nueva Jersey.
Fue homenajeado al realizar
el primer lanzamiento, en el Yankee Stadium, el día de la apertura de la
temporada de 1999.
Elegido al Equipo Todos
Estrellas del Siglo XX, en 1999.
Fue homenajeado al ser
invitado para realizar el lanzamiento inicial en la Serie Mundial de 2001.
Su número 8 fue retirado de
los Yanquis de Nueva York.
Hijo de inmigrante italiano,
Lawrence Peter “Yogi” Berra, nació el 12 de mayo de 1925, en la ciudad de San
Luis, Missouri (U.S.A.). Lanzaba a la derecha y bateaba a la zurda. Destacó
como receptor, habiendo jugado también en los jardines, en primera y tercera
base. De relativa baja estatura. Era uno de los peloteros de las Grandes Ligas
con mayores anécdotas, cuentos y grandes experiencias vividas en el béisbol.
Era ingenioso y risueño. Muchas veces al expresarse, ni él mismo se entendía.
Fue uno de los grandes filósofos del béisbol; muchas de sus frases son muy
conocidas y se les dio el término de “Yogismos”.
Entre algunas de sus célebres
frases tenemos:
“El
juego no se acaba hasta que se acaba”.
“El
béisbol es un 90% mental, la otra mitad es física”.
“Si
no sabes a dónde vas, es posible que llegues a cualquier lugar”.
“Siempre
voy al funeral de los demás, de lo contrario ellos no vendrán al mío”.
Su sobrenombre se debió a un
personaje del cine, de su infancia. Bobby Hofman, que posteriormente jugaría en
las Grandes Ligas con los Gigantes de Nueva York luego de observar la película
de un indio encantador de serpientes, exclamó: “Ese Yogi camina como Lawdie
(Lawrence) Berra”. Hasta su esposa Carmen Short lo llamó cariñosamente "Yogi" durante
toda su vida de casada.
En 1942, fue a una prueba
con los Cardenales de San Luis junto a su amigo de infancia Joe Garagiola y el
equipo se interesó más en Garagiola que en él. Luego de rechazar dos
ofrecimientos más, de otros equipos, los Yanquis de Nueva de York lo firmaron
ese año.
Debutó en las Grandes Ligas,
el 22 de septiembre de 1946, con los Yanquis de Nueva York. En su primer juego,
conectó un cuadrangular de 2 carreras, en el cuarto inning, ante el lanzador
derecho de los Atléticos de Filadelfia, Jesse Flores. Jugó solamente 7 partidos
y en 22 turnos al bate, conectó 8 hits, 1 doble, 2 jonrones, anotó en 3
ocasiones e impulsó 4 carreras, recibió 1 boleto y 1 ponche, dejando su
promedio de bateo en .364.
Tuvo a grandes
compañeros como Joe DiMaggio, Whitey Ford, Phil Rizzuto, Billy Martin, Don
Larsen, Mickey Mantle, Roger Maris, entre muchos otros. Conoció personalmente en sus
últimos años de vida, al gran “Bambino” Babe Ruth.
Generalmente terminaba sus
temporadas entre los 10 mejores jonroneros e impulsadores de la temporada en la
Liga Americana.
El 2 de octubre de 1947, fue
el primer bateador en dar un jonrón como bateador emergente en una Serie
Mundial. Fue ante el lanzador de los Dodgers de Booklyn, Ralph Branca.
Cuando en 1949, se fracturó
un dedo de su mano izquierda, Yogi Berra fue forzado a jugar con el dedo índice
fuera de su mascota, lo que estableció una práctica usual para los receptores
posteriormente.
En 1950, fue el bateador más
difícil de ponchar en la Liga Americana, con un promedio de 49.8 turnos al bate
por abanicado. Se ponchó 12 veces en 597 turnos al bate. De 1946 a 1965, Yogi
Berra promedió cerca de 500 turnos al bate y nunca se ponchó más de 38 veces
por temporada.
Se distinguió tanto por su
bateo como a la defensiva. En 1950, bateó para
promedio de .322 con 192 hits, 28 jonrones, 116 carreras anotadas y 124
carreras impulsadas. En 1951, tuvo un promedio de bateo de .294, con 27
vuelacercas y 88 carreras empujadas.
En las temporadas de 1952 y 1956 había establecido
el récord de cuadrangulares para un cátcher en una temporada, con 30. Berra tuvo 90 o más
carreras traídas al plato en 9 temporadas y dio más de 20 bambinazos en 11
temporadas.
Fue uno de los bateadores
más temidos del béisbol, por ser un bateador oportuno con corredores en las
bases.
Se destacó por ser un
bateador de lanzamientos “fuera de la zona de strike”. La gran leyenda del
béisbol, el pitcher Satchel Paige, quien jugó la mayor parte de su carrera en
las Ligas Negras y sus últimos años en la Gran Carpa, señaló que: “El mejor
bateador zurdo fue Ted Williams. El mejor bateador derecho fue Joe Dimaggio”. Y
añadió: “Pero el más grande y mejor bateador de “bolas malas” de todos los
tiempos era Yogi Berra”.
El lanzador Fred Hutchinson, quien enfrentó a Yogi Berra, jugando para los Tigres de Detroit reafirmó: “Estoy
de acuerdo con que Yogi Berra fue un gran bateador de “bolas malas”. Pero nunca
le lances a él un buen lanzamiento”.
Para Ralph Houk, Berra era
el mejor “Clutch hitter” entre jugadores de la talla de Johnny Mize, Carl
Yaztrzemski, Mickey Mantle, Al Kaline, Stan Musial, Tommy Henrich, Ted
Williams, Willie Mays y Jackie Robinson.
El manager Paul Richards que enfrentó
a Yogi Berra expresó: “Berra es el hombre más duro en la Liga en las últimas 3 entradas”.
La revista especializada de
béisbol “The Sporting News” seleccionó en la posición número 40 a Yogi Berra
como uno de los más grandes jugadores de las Grandes Ligas del siglo XX.
Para Harmon Killebrew, Ralph
Houk y Whitey Herzog, Yogi Berra era considerado como uno de los mejores 10
peloteros en el siglo XX.
En la Serie Mundial de 1956,
dio 3 cuadrangulares (1 en el segundo juego y 2 en el séptimo juego) al gran
lanzador de los Dodgers de Brooklyn, Don Newcome, al dar la vuelta al cuadro
miró al pitcher Newcome y le gritó: “Yo bateé un buen lanzamiento, Newk”. El
jonrón del segundo juego, fue un Grand-Slam. En esa Serie Mundial, Berra empujó
10 carreras.
El 8 de octubre de 1956,
Yogi Berra fue el catcher que recibió los envíos de Don Larsen, siendo el único
juego perfecto realizado en las Series Mundiales en toda la historia de las
Grandes Ligas. Al terminar la hazaña se pudo observar a Berra saltando de
alegría y júbilo, yendo a felicitar a su compañero Larsen, fundiéndose en un
efusivo abrazo ambos jugadores. Yogi Berra expresó: “Nunca había recibido a un
grandioso lanzador hasta que Don estuvo hoy”.
Entre el 28 de julio de 1957
y el 10 de mayo de 1959, Berra estableció el récord de recibir 148 juegos
consecutivos y aceptar 950 ocasiones sin cometer algún error.
En toda la temporada de
1958, no cometió error alguno. Los mejores cátchers de esa
década y que tuvieron gran rivalidad fueron Yogi Berra, en la Liga Americana y
Roy Campanella, en la Liga Nacional.
Cuentan como graciosa
anécdota, que en un Juego de las Estrellas, al reunirse en el montículo para
conversar sobre cómo enfrentar a Stan Musial, Yogi Berra expresó: “El problema
que tenemos es cómo sacar out en 10 minutos a un hombre que no lo han hecho out
en 15 años”.
Durante la Serie Mundial de
1958, el receptor Yogi Berra le decía a Hank Aaron que debía de batear con el
sello o marca del bate hacia arriba, y el gran slugger le contestó: “Yogi, yo
vine aquí para batear, no para leer”.
En su última temporada como
pelotero, el año 1965, jugando con los Mets de Nueva York, hizo batería con otra
leyenda del pitcheo como fue Warren Spahn, haciendo una combinación memorable.
Señalaba Spahn: “Yo no sé si esta es la batería de mayor edad, pero de lo que
sí estoy seguro es que somos los más feos”.
El 16 de julio de 1980, Yogi
Berra le envió un telegrama al cátcher Johnny Bench, de los Rojos de
Cincinnati, al romper su récord de cuadrangulares para un receptor,
felicitándolo y diciéndole: “Johnny, felicitaciones por romper mi récord de
cuadrangulares la última noche. Yo siempre pienso que el récord permanece hasta
que fue roto. Esto no podría sucederle a un tipo tan agradable. La mejor de la
suerte para el resto de la temporada, pero tómalo con calma con Dale y los
Piratas. Quizás nos veamos en octubre. Yogi.”.
Como receptor, lideró la
Liga Americana en:
Juegos
recibidos:
1950 (148); 1951 (141); 1952 (140); 1953 (133); 1954 (149); 1955 (145); 1956
(135); 1957 (121).
Outs
realizados: 1950 (777); 1951 (693); 1952 (700); 1954
(717); 1955 (748); 1956 (732); 1957 (704); 1959 (698).
Asistencias:
1950 (64); 1951 (82) y 1952 (73).
Menos
Errores Cometidos: 1951 (13); 1955 (13) y 1956 (11).
Doble-Plays
realizados: 1949 (18); 1950 (16); 1951 (25); 1952 (10);
1954 (14) y 1956 (15).
Menos
Passed Balls: 1950 (7).
Menos
Robos de Base permitidos: 1949 (36) y 1952 (39).
Puestos
Out Robando Bases: 1950 (34); 1951 (47) y 1952 (36).
Porcentaje
de Fildeo: 1958 (1.000) y 1959 (.997).
Su manager Casey Stengel, se
dirigía a Yogi Berra como su “Asistente de Manager”.
Juegos
de las Estrellas: Elegido 18 veces, participó en 15 juegos,
tomó 41 turnos al bate, anotó 5 carreras, conectó 8 hits, 1 jonrón, impulsó 3
carreras, recibió 2 boletos y 3 ponches, para un promedio de bateo de .195.
Series
Mundiales: Participó en 14 Series Mundiales, todas con
los Yanquis de Nueva York, de las cuales se tituló campeón en 10 de ellas, los
años: 1947, 1949, 1951, 1952, 1953, 1956, 1958, 1961 y 1962. En 75 partidos,
tomó 259 turnos al bate, anotó 41 carreras, bateó 71 hits, 10 dobles, 12
cuadrangulares, 39 carreras impulsadas, 2 robos de base, 32 bases por bolas y
17 ponches recibidos, para un promedio de bateo de .274, porcentaje de bateo
con hombres en base .359 y de slugging .452. Lo llamaban el “Señor Serie
Mundial” (Mr. World Series). Posee los récords de más Series Mundiales jugadas
(14), juegos jugados (75), turnos al bate (259), hits conectados (71) y dobles
(10). Es tercero con más cuadrangulares en Serie Mundial con 12, detrás de
Mickey Mantle y Babe Ruth y segundo en carreras impulsadas con 39, solamente
superado por Mickey Mantle, con 40. Es segundo en carreras anotadas, con 41;
únicamente superado por Mickey Mantle, con 42.
Fue manager en las Mayores
en 7 temporadas, con los Yanquis y Mets de Nueva York. Berra ganó banderines en
ambas Ligas (en 1964 con los Yanquis de Nueva York y en 1973 con los Mets de
Nueva York; sin embargo, en ambas ocasiones no pudo ganar la Serie Mundial) y
estuvo 20 años como coach de los Yanquis y Mets de Nueva York, así como los
Astros de Houston.
Nos deja un ícono del
béisbol, pero su recuerdo perdurará siempre en nuestros corazones. Paz a su alma.
Miguel Dupouy Gómez.
Si desean profundizar sobre la carrera de Yogi Berra,
los invito a leer el siguiente artículo, mediante el siguiente enlace: