Los padres de David Concepción
cuentan los inicios de su hijo como pelotero. Foto: Segundo Pereira. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez).
Revisando en días pasados, mis archivos de béisbol, conseguí una
interesante entrevista a los padres del Grande-Liga venezolano David Concepción
que fue publicada en la revista "Momento
Deportivo" del año 1979 (hace 40 años), y que comparto a continuación:
Hablan los Padres de
Concepción: "Le Gustó el Juego de Pelota desde que tenía 9 años".
Aragüeño nacido en Ocumare de la Costa, región donde la playa es línea
divisoria entre la montaña y el mar, David Concepción fue niño, adolescente, y
llegó a hombre en Maracay, ciudad que hoy es populosa, cubierta de edificios, y
todavía con algunas viejas construcciones que han quedado como vestigio de
lejana época de esplendor, producto de la era gomecista.
Por eso cuando al comienzo de la Avenida Bermúdez, frente al estadio que
está cerca del cuartel -uno de los tantos que hay en la ciudad- preguntamos a
un señor que estaba en la esquina si sabía dónde está la casa de los
Concepción, su respuesta fue inmediata y con precisión indicadora.
Llegamos a la modesta residencia en el N° 161 de la Calle 99, La
Barraca, y cuando tocábamos a la puerta sin obtener respuesta, una señora que
pasó por la acera de enfrente dijo:
-El señor David, el
"viejo", está allá en la esquina, con unos amigos…
Sentados bajo un pequeño árbol que desde un jardín daba sombra a parte
de la calle, el grupo de vecinos -algunos en sillas- disfrutaba de un poco de
fresco al aire libre en el caluroso comienzo de una tarde cuyo final quizá
vendría con algo de lluvia.
-David, el muchacho, no está se
fue a su casa para prepararse: tiene que ir a Caracas para recibir el Meridiano
de Oro…
El señor Concepción sonrió, a tiempo que nos detallaba con mirada
escrutadora a través de los muy gruesos cristales de sus anteojos. Amable, con
la característica y sincera acogida que gente de otro tiempo brinda a sus
visitantes en los pueblos, nos invitó a ir hasta su vivienda.
-Vayan adelante, que yo iré poco a
poco -dijo mientras dejaba la silla lentamente, incorporándose con cierta
dificultad- tengo una dolencia aquí, en
las caderas, que no me deja caminar bien.
El papá de este pelotero venezolano que ha tenido destacada actuación en
Estados Unidos como importado para el béisbol de las Mayores, nos presentó a su
esposa Cristina Benítez de Concepción, la mamá de David. Y nos sentamos en el
sofá del juego de recibo para oír un poco de la breve historia familiar del "big leaguer" que este año- "superó todas sus marcas
ofensivas" como para-corto (short stop) del equipo Rojos de
Cincinnati, en la Liga Grande.
JUGADOR DE PELOTA DESDE
PEQUEÑITO
David Concepción junto a su
hijo David Alejandro. Foto: Segundo Pereira. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Hablar un poco acerca del hijo que ha estado ausente por temporadas
largas, dedicado a lo que siempre ha sido su pasión de su vida, el béisbol,
constituyó un grato motivo para los esposos Concepción.
-Siempre le gustó jugar pelota
-refirió el señor David- y como vivíamos
cerca del viejo estadio, aquí, en Maracay, él se iba a ese terreno deportivo
para practicar, desde cuando tenía nueve años…. o quizá menos edad. Era por
donde llamaban La Línea, debido a que por allí estaban tendidos los rieles del
tren: ahora le dicen Calle Constitución.
¿Ustedes le contrariaban esa
afición que tenía por el juego de pelota?
Los esposos permanecieron en silencio, como meditando acerca del
contenido de la pregunta. Intercambiaron una mirada de inteligencia y fue la señora Cristina quien respondió.
-Bueno, -dijo- como es natural que ocurra, no podía
gustarme mucho que se la pasara jugando pelota, pero ¿qué iba a hacer…? Él
llegaba de la escuela, por un lado, y por otro tiraba el bulto con los libros y
se iba corriendo para el estadio. Verdaderamente sentía pasión por ese deporte.
Fue así como David, a los dieciséis años ya era destacado pelotero y muy
pronto ingresó al equipo "Ven-Gas";
después pasó, como "Doble A"
a la novena "Cadafe", y,
descubierto como un "prospecto"
muy prometedor, le propusieron llevarlo a Estados Unidos. Firmó y se fue tras
lo que había sido su sueño desde cuando muy niño, volvía de la escuela a la
casa, entraba y salía como una tromba, en carrera que sólo detenía al llegar al
estadio.
-Lo malo, y digo así porque mi
aspiración era la de que llegara a graduarse de médico, fue que dejó los
estudios llegando a cursar hasta el tercer año de Bachillerato…
Así lo expresó don David, y añadió que, no obstante, él ha disfrutado la
inmensa satisfacción de los triunfos alcanzados por su hijo como destacado
grande-liga en una nación donde hay tantos profesionales del base-ball famosos.
Su rendimiento sobresaliente tiene que ser para él motivo de orgullo,
compartido por familiares y amigos; todos, como venezolanos, ven sinceramente
emocionados el desarrollo progresivo de la trayectoria beisbolística de este
compatriota que hace maravillas en la posición de "campo-corto", que fue el mejor bateador del equipo "Rojos de Cincinnati" y
conquistó segundo lugar en el "play
off" pisando los talones a otro grande-liga de los Piratas, Willie
Stargell.
Íbamos a finalizar la conversación cuando David llegó, apresurado con su
esposa Dilia Montenegro y su hijo David Alejandro. Recogió apresuradamente
algunas cosas que debía llevarse, y mientras concedió unos minutos de pose para
la foto, repitió lo que dijo al llegar a Maiquetía cuando regresó a Venezuela
el 23 de octubre por la noche.
-Creo que este año trabajé muy bien
como grande-liga con mi nuevo manager John McNamara. Me anotaron ochenta y
cuatro carreras empujadas y dieciséis jonrones: además di en el blanco con
ciento sesenta y seis imparables en quinientos noventa turnos al bate: mi
promedio fue de doscientos ochenta y uno.
¿Satisfacciones?
Haber batido mi propio récord, -respondió- tenido como el de
mayor average acumulado por un venezolano en las Grandes Ligas.
Y reafirmó que no está satisfecho con lo realizado este año en la tierra
donde el béisbol es soberano de los deportes, ya que bajó su ofensiva y no
llegó a impulsar cien carreras.
-Si el equipo de los Rojos me da chance para continuar de tercer bate,
aspiro lograr esa ambiciosa meta de las cien carreras…
¿Y…?
La pregunta quedó sin ser formulada: el grande-liga ocumareño por los
cuatro costados -sus padres son también nacidos y criados en Ocumare de la
Costa- no podía detenerse por más tiempo. La tarde avanzaba y en los estudios
de Venevisión, en Caracas, lo esperaban para entregarle el galardón del
Meridiano de Oro.
Los esposos Concepción nos despidieron amablemente, y dejaron la
invitación para una próxima visita, cuando vayamos a ver actuar al famoso David
con el equipo de los "Tigres de
Aragua" al cual se reintegrará dentro de poco.
Por: R.S.E.
(Revista "Momento
Deportivo", 1979).
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
En el año 2000, coincidimos mis hermanos y yo, con "El Rey" David Concepción, en el mismo vuelo para asistir
al Juego de las Estrellas de Atlanta 2000, tanto en la ida como de regreso.
Allí, al saludarle en el aeropuerto de Maiquetía le entregamos un valioso y
desconocido artículo titulado “Baseball
en Ocumare de la Costa”, del Diario “La
Esfera”, de fecha 27 de noviembre de 1933, donde nombraban a su padre,
David Concepción, a quien llamaban “Mr.
David”, era manager y segunda base, del equipo “Samanes”, de Ocumare de la Costa, que enfrentaron al team “Indio Libre” del barrio Holanda. A
continuación, comparto con los amigos lectores, el curioso y desconocido
artículo en referencia:
BASEBALL EN OCUMARE DE LA COSTA
“Indio Libre” del barrio Holanda se inauguró
dándole una derrota a los aguerridos muchachos del “Samanes” que machinea Mr. David
Ocumare de la Costa, noviembre 27 de 1933. Ayer llevóse a efecto un
interesantísimo juego de béisbol entre los popularísimos muchachos de “Indio Libre” y los pimientosos del “Samanes”, saliendo airosos los primeros
con un resultado de 10 x 12 carreras.
“Indio Libre” sabiamente por su entusiasta manager Adolfo Martínez, fue suficiente
para acreditarse la victoria. Entre los vencedores se distinguieron Natividad
Laya, novel Pitcher que pudo dominar fácilmente a los temibles paleadoaneros.
Bruno Díaz, guardó el campo corto, que supo enseñar bien su posición y Ángel M.
Martínez, inicialista indígena que empujó la carrera del triunfo. Por los
vencidos se distinguió Salas, el Pitcher.
David Concepción, Manager y segunda base de los vencidos, fue uno de los
primeros factores de la derrota de su team, dejando de jugar por ponerse a
discutir con el Umpire, cosa que encontramos muy mal en él y esperamos se
corrija.
Para el próximo domingo tendremos un interesantísimo partido entre los “Indios” de ésta y los peligrosos “Lobos” del vecino Puerto de Turiamo.
Y por hoy basta.
Mister Lionard
Diario “La Esfera”, 27 de Noviembre de 1933, N°
2.421, Caracas.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez)
A David, le encantó este hallazgo y llamó seguidamente al periodista
Rubén Mijares y al hermano de Andrés Galarraga para que lo leyeran. Entramos
con él al avión por el túnel de acceso, conversando sobre cuánto lo admiramos
como pelotero, sus grandezas y amigos de la familia que conocía.
He querido compartir, estos dos interesantes artículos, sobre los
inicios del excelso campo-corto David Concepción contado por sus padres y otro,
con relación a su homónimo padre cuando jugaba béisbol en Ocumare de la Costa
en 1933.
Miguel Dupouy Gómez.