Hoy, querido y recordado
abuelo Florencio, se cumplen 21 años de tu partida. Te llevo en mi corazón cada
día, por haber sido tan bueno, cariñoso y especial. Me diste siempre mucha
compañía, apoyo, alegría y felicidad. Me enseñaste a querer a nuestro país con
profundo amor. Me formaste y guiaste como persona. Transmitiste a mis hermanos
y a mí todos tus conocimientos y aficiones; especialmente, sobre la historia,
la aviación, los deportes y la tauromaquia. Dios me bendijo al tenerte como
abuelo. Te pido como siempre, la bendición y elevo mis oraciones por el eterno
descanso de tu alma.
Tu nieto que te quiere
mucho.
Miguel Dupouy Gómez.
Caracas, 31 de diciembre de
2016.
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