sábado, 15 de agosto de 2020

Entrevista a Orestes Miñoso por Pancho Pepe Cróquer en 1951

Archivo: Hnos. Dupouy Gómez.
La promisoria estrella cubana del béisbol, Orestes "Minnie" Miñoso,  de los Medias Blancas de Chicago, colocándose sus spikes, el año 1951. Foto: Osvaldo Salas. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En este artículo, quiero compartir con los amables lectores, una interesante entrevista realizada por el famoso periodista y locutor deportivo venezolano Francisco José "Pancho Pepe" Cróquer a la gran estrella del béisbol latinoamericano, el cubano Orestes "Minnie" Miñoso, en su primer año con los Medias Blancas de Chicago, en 1951. Espero, que la disfruten. A continuación, reproduzco el interviú:

¡Orestes Miñoso no desea que lo crean brujo!

Le han pegado quince pelotazos, pero es el mejor leño de la Liga Americana.

Arcivo: Hnos. Dpouy Gómez.
El campo-corto venezolano Alfonso "Chico" Carrasquel, junto a sus compañeros y amigos, los cubanos Orestes "Minnie" Miñoso y el pitcher Luis "Witto" Alomá, de los Medias Blancas de Chicago, el año 1951. Foto: Osvaldo Salas. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Uno de los sitios más concurridos por la élite pelotera y boxística en New York es el bar "El Rancho Grande" en la calle 44.

Los jugadores latinos de las Grandes Ligas, cuando juegan en New York, se han hecho ya de una obligación el visitar a Patsy Álvarez en "El Rancho". Allí se respira ambiente latino, se bebe en español, y se come en criollo.

Frente a un enorme plato de "moros y cristianos" encontré a Orestes Miñoso. Vestía un impecable terno marrón claro. Engullía el contenido del plato con asombrosa fruición. Una vez que hubo concluido su banquete cubano se dispuso a entrar en acción.

La tarea periodística es mucho más grata cuando se encuentra uno con hombres como Miñoso. Su conversación, salpicada de chistes, enmarcada por lo general dentro de la fraseología del populacho cubano, no decae en interés ni un instante.

Pancho Pepe: Lo que me preguntaste anoche en el Stadium no te lo puedo contestar. Tú sabes viejo. Este es mi primer año en las Grandes Ligas. Tengo que esperar hasta el fin de temporada para hacer cálculos. De todas maneras yo espero que ellos me hagan un aumento de algunos "pesitos". Yo estoy en situación diferente a la de Carrasquel. Este es el segundo año del chiquito, y ya tú sabes lo que ha hecho. Ese las coge "donde el cepillo no toca". El sí puede pedir. Yo tengo que esperar.

¿Tú temes que te suceda lo mismo que Walter Dropo?

Bueno. Eso es una gran injusticia lo que han hecho con ese muchacho. Al chiquito ese (Dropo tiene seis pies y cuatro pulgadas repartidas en 200 libras) han debido dejarlo descansar un par de semanas antes de tirarlo para abajo. Yo no le tengo miedo a mi segundo año en las Grandes Ligas. Creo que voy a adaptarme fácilmente el año que viene. Lo que necesita es un poquito de suerte.

Y cuando esto dice se abstrae un momento. Se aparta de la conversación, y adivino que su mente vuela hacia terrenos futuristas. Lo traigo de nuevo a la realidad al tirarle una bola rígida:

¿Tú crees que los pitchers te están tirando a pegar?

Bueno, chico, esa es una cosa que no se puede decir con seguridad. Yo no sé si me tiran a pegar o no. Pero es mucha coincidencia que al único del club que le han dado catorce pelotazos es a mí. Y yo soy el que mejor está bateando. Y no son catorce. Son quince. Porque en San Luis me dieron uno en el codo y el umpire no lo vio. Créemelo que me siento adolorido. Aquí -y me muestra el costado izquierdo, me duele mucho. Ese fue de Lopat. Y este otro -se levanta el pantalón y me enseña un hematoma sobre la rodilla izquierda- me trae fastidiado. Cada vez que voy al play tengo que dar unas cuantas carreritas para que la pierna entre en calor y no me moleste durante el juego. Yo no sé si será con intención o no, pero la verdad es que estoy muy adolorido.

¿Y esos quince bolazos han influido en la baja forma que has acusado a veces?

Qué vá…Lo que pasa es que algunas veces me canso, viejo. Es una tensión nerviosa muy grande. Si yo fuera una estrella, vaya. Pero tengo que dar este año todo lo que tengo por dentro. El otro día estaba jugando la tercera. De pronto ví que todo me daba vueltas. Sacudí la cabeza fuerte una y otra vez. Por poco me caigo al suelo. Imagínate la cómica que habría dado. Y ese mareo me ha repetido varias veces. Pero no digo nada para que no me "sienten". Qué vá. Yo muero ahí, en el terreno.

Archivo: Hnos. Dupouy Gómez.
Orestes "Minnie" Miñoso, firmando una pelota de béisbol. Foto: Osvaldo Salas. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

¿Y cuál es el pitcher que más daño te hace?

Mira. Tú vas a creer que son cosas mías. Pero yo me paro ahí sin mirar a quien tengo por delante. Yo miro a la bola, nada más. Y cuando pasa por la goma le meto duro. Porque si me pongo que si  hoy viene Lopat, que mañana va Feller, que este, que el otro, me vuelvo loco. Yo no, viejito. El que sea pero que me la pase por el plato.

¿Cuál es el motivo del descenso violento del equipo?

Bueno, yo no quiero que vayan a creer que yo me las doy de brujo o de sabio. Pero creo que al club le hacen falta varias cosas. Primero: Nosotros no tenemos un cuarto bate derecho que le meta respeto a los pitchers. Porque, fíjate: cuando Eddie Robinson va contra un zurdo es casi nulo con el bate. Pero tenemos que ponerlo porque no hay un buen bate derecho. Yo no soy un cuarto bate. Podría rendir. Pero no es un bateador como yo lo que necesita el equipo para el cuarto puesto. Después, compadre, un catcher. ¿Tú te has dado cuenta de los juegos que hemos perdido desde que el chiquito Gus Niarhos se fastidió?...Ya a Joe Erautt lo devolvieron. Y Sam Hairston no le ha gustado a Mr. Paul Richards. Y un catcher que sepa dirigir y dar las señas es algo importantísimo. Aparte de Luis "Witto" Alomá, nosotros no tenemos un relevo bueno de verdad. Son muy irregulares.

¿Crees que con todas esas fallas terminen en primera división?

Eso es cuestión de suerte. Lo creo que el club debe responder de un momento a otro. Pero hay una cosa rara. Yo no sé si te habrás dado cuenta. Nosotros le jugamos bien a los grandotes. Perdemos o ganamos por una o dos contra los Yanquis, el Boston y el Cleveland, pero luego vienen los pequeñitos esos y nos echan pa´bajo.

¿Te pagará más plata este año el Marianao?

Bueno, tú sabes que allá yo estoy en mi tierra, y las cosas son diferentes. En La Habana yo no tengo problemas de dinero. Me consideran mucho los dueños del club.

La conversación sigue girando sobre diversos temas beisboleros. Miñoso habla con soltura y gracia. Sigue siendo el mismo hombre modesto y sencillo. No se le han ido los humos a la cabeza.

Tú creerás que yo quiero ser modesto, pero que vá. A mí no me van a ambular con crónicas ni nada. Yo nunca estoy satisfecho con lo que hago, y cuando voy al terreno quisiera dar más y más cada vez.

"En eso es que este es grande", interviene Patsy Álvarez que ha estado atento a la conversación. "Otro que no fuera él se hubiera crecido".

Yo no. Por eso mismo te decía antes que no puedo decir cuánto voy a cobrar para el año que viene. Porque si empiezo a armar bulla desde ahora me van a coger los periodistas y quién sabe qué van a decir. Yo espero, compadre! y el bate, el guante, y los numeritos son los que me van a poner el sueldo para 1952.

¿Supe además de ti que había otro pelotero en la familia? ¿Es verdad?

Ese muchacho era una estrella. Era mayor que yo. Ya murió. Jugaba en el Short-Stop así como Carrasquelito. Le llegaba a todas. Ese hubiera sido un fenómeno.

Y me pregunto, a mi vez si esta historia no sería parecida a la que me refirió Carrasquelito en cierta ocasión: "Miñoso es el mejor pitcher que yo he visto en mi vida. No le he podido dar ni un foul", agregó "Chico" Carrasquel.

Y es que Orestes, en sus ratos de ocio cuenta muchas anécdotas de su vida deportiva. "Una vez di No Hit No Run en la tarde del sábado. Me monté otra vez el domingo, y no me la vieron. Y dos días después tiré nueve escones". Ah! y cuando jugaba de amateur hice varios pisa y corre desde segunda. ¡Desde la segunda hasta el home, compadre!...

La charla se prolonga. Miñoso consulta el reloj. ¡Las once menos cuarto!, dice asombrado. El autobús particular del club espera a los jugadores a la puerta del Commodore Hotel. A la 1:30 del mediodía saldrán para Filadelfia.

El famoso Hotel Commodore de Nueva York, adyacente a la estación de trenes Grand Central Terminal.

Le acompaño hasta el hotel. A la entrada de éste una legión de muchachos y muchachas le asalta. Miñoso su firma en cuadernos, pañuelos, pelotas y hasta en un billete de cinco dólares. Luchando, a empujones, entra en el bus. Luego asoma su cara sincera por la ventanilla y, cuando ya el conductor ponía la palanca en primera velocidad, asomó el rostro y me gritó:

Te fijas, Pancho Pepe. Soy un ídolo adolorido!...Y se fue para Filadelfia.

Pancho Pepe Cróquer.

Orestes "Minnie" Miñoso se convirtió ese año en una promisoria estrella del béisbol de las Grandes Ligas. Esa temporada en 530 turnos al bate, conectó 173 hits, 34 dobles, 14 triples (Líder), 10 cuadrangulares, 112 carreras anotadas, 76 impulsadas, 31 robos de bases (Líder), dejando un promedio al bate de .326, porcentaje de embasado de .422, porcentaje de slugging de .500 para un OPS. de 922. Alcanzó un total de 265 bases y recibió 16 pelotazos (Líder). Ocupó el segundo lugar para conquistar el Premio "Novato del Año" en una cerrada y discutida votación ante el antesalista Gil McDougald. Fue el primer grande-liga cubano en jugar en un Juego de las Estrellas (1951) junto al lanzador Conrado Marrero, quien no actuó ese día. Primer afro-descendiente en jugar con los Medias Blancas de Chicago. Compañero y amigo de los venezolanos Alfonso "Chico" Carrasquel y Luis Aparicio Jr. Fue uno de los mejores latinoamericanos y de los más representativos de 1951 a 1960.

Miguel Dupouy Gómez.

Si desea ampliar la información sobre la estrella Orestes "Minnie" Miñoso, los invito a leer mi artículo, "Orestes "Minnie" Miñoso: "El Cometa Cubano" que jugó 5 décadas en las Mayores", mediante el siguiente enlace:


http://beisbolinmortal.blogspot.com/2020/08/orestes-minnie-minoso-el-cometa-cubano.html

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