sábado, 31 de agosto de 2019

David Concepción en una Campaña Publicitaria

Archivo: Hnos. Dupouy Gómez.
La estrella del campo-corto, el venezolano David Concepción, junto a su hijo David Alejandro en una propaganda de 1980. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Revisando mis archivos de béisbol, conseguí esta curiosa y bonita propaganda que realizó nuestra estrella del campo-corto David Concepción en compañía de su hijo David Alejandro, el año 1980 (hace 39 años) y que quiero compartir con los amables lectores.

La campaña publicitaria sobre el complemento alimenticio señalaba:

Soy Padre y Deportista por eso confío en Sustagen

Sustagen nos dá esa extra-energía diaria que yo necesito en mi trabajo y mi hijo necesita para su desarrollo. David Concepción.

Sustagen es realmente un complemento nutritivo, por su poderosa fórmula a base de factores nutritivos esenciales, minerales y vitaminas, que le da a sus hijos, todos lo días, esa extra-energía que necesitan para desarrollarse rebosantes de salud. En sus tres sabores: vainilla, fresa y chocolate.

¡Esta es la poderosa fórmula de Sustagen!

Vitaminas: A, B12, D y E; más calcio, fósforo y hierro.

Esa propaganda la realizó David Concepción en su época de grande-liga con los Rojos de Cincinnati, cuando era un verdadero ídolo del béisbol venezolano, siendo nuestro máximo exponente en su momento.

Miguel Dupouy Gómez.

viernes, 30 de agosto de 2019

Los Padres de David Concepción cuentan sus inicios como Pelotero

Archivo: Hnos. Dupouy Gómez.
Los padres de David Concepción cuentan los inicios de su hijo como pelotero. Foto: Segundo Pereira. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Revisando en días pasados, mis archivos de béisbol, conseguí una interesante entrevista a los padres del Grande-Liga venezolano David Concepción que fue publicada en la revista "Momento Deportivo" del año 1979 (hace 40 años), y que comparto a continuación:

Hablan los Padres de Concepción: "Le Gustó el Juego de Pelota desde que tenía 9 años".

Aragüeño nacido en Ocumare de la Costa, región donde la playa es línea divisoria entre la montaña y el mar, David Concepción fue niño, adolescente, y llegó a hombre en Maracay, ciudad que hoy es populosa, cubierta de edificios, y todavía con algunas viejas construcciones que han quedado como vestigio de lejana época de esplendor, producto de la era gomecista.

Por eso cuando al comienzo de la Avenida Bermúdez, frente al estadio que está cerca del cuartel -uno de los tantos que hay en la ciudad- preguntamos a un señor que estaba en la esquina si sabía dónde está la casa de los Concepción, su respuesta fue inmediata y con precisión indicadora.

Llegamos a la modesta residencia en el N° 161 de la Calle 99, La Barraca, y cuando tocábamos a la puerta sin obtener respuesta, una señora que pasó por la acera de enfrente dijo:

-El señor David, el "viejo", está allá en la esquina, con unos amigos…

Sentados bajo un pequeño árbol que desde un jardín daba sombra a parte de la calle, el grupo de vecinos -algunos en sillas- disfrutaba de un poco de fresco al aire libre en el caluroso comienzo de una tarde cuyo final quizá vendría con algo de lluvia.

-David, el muchacho, no está se fue a su casa para prepararse: tiene que ir a Caracas para recibir el Meridiano de Oro

El señor Concepción sonrió, a tiempo que nos detallaba con mirada escrutadora a través de los muy gruesos cristales de sus anteojos. Amable, con la característica y sincera acogida que gente de otro tiempo brinda a sus visitantes en los pueblos, nos invitó a ir hasta su vivienda.

-Vayan adelante, que yo iré poco a poco -dijo mientras dejaba la silla lentamente, incorporándose con cierta dificultad- tengo una dolencia aquí, en las caderas, que no me deja caminar bien.

El papá de este pelotero venezolano que ha tenido destacada actuación en Estados Unidos como importado para el béisbol de las Mayores, nos presentó a su esposa Cristina Benítez de Concepción, la mamá de David. Y nos sentamos en el sofá del juego de recibo para oír un poco de la breve historia familiar del "big leaguer" que este año- "superó todas sus marcas ofensivas" como para-corto (short stop) del equipo Rojos de Cincinnati, en la Liga Grande.

JUGADOR DE PELOTA DESDE PEQUEÑITO

Archivo: Hnos. Dupouy Gómez.
David Concepción junto a su hijo David Alejandro. Foto: Segundo Pereira. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Hablar un poco acerca del hijo que ha estado ausente por temporadas largas, dedicado a lo que siempre ha sido su pasión de su vida, el béisbol, constituyó un grato motivo para los esposos Concepción.

-Siempre le gustó jugar pelota -refirió el señor David- y como vivíamos cerca del viejo estadio, aquí, en Maracay, él se iba a ese terreno deportivo para practicar, desde cuando tenía nueve años…. o quizá menos edad. Era por donde llamaban La Línea, debido a que por allí estaban tendidos los rieles del tren: ahora le dicen Calle Constitución.

¿Ustedes le contrariaban esa afición que tenía por el juego de pelota?

Los esposos permanecieron en silencio, como meditando acerca del contenido de la pregunta. Intercambiaron una mirada de inteligencia  y fue la señora Cristina quien respondió.

-Bueno, -dijo- como es natural que ocurra, no podía gustarme mucho que se la pasara jugando pelota, pero ¿qué iba a hacer…? Él llegaba de la escuela, por un lado, y por otro tiraba el bulto con los libros y se iba corriendo para el estadio. Verdaderamente sentía pasión por ese deporte.

Fue así como David, a los dieciséis años ya era destacado pelotero y muy pronto ingresó al equipo "Ven-Gas"; después pasó, como "Doble A" a la novena "Cadafe", y, descubierto como un "prospecto" muy prometedor, le propusieron llevarlo a Estados Unidos. Firmó y se fue tras lo que había sido su sueño desde cuando muy niño, volvía de la escuela a la casa, entraba y salía como una tromba, en carrera que sólo detenía al llegar al estadio.

-Lo malo, y digo así porque mi aspiración era la de que llegara a graduarse de médico, fue que dejó los estudios llegando a cursar hasta el tercer año de Bachillerato…

Así lo expresó don David, y añadió que, no obstante, él ha disfrutado la inmensa satisfacción de los triunfos alcanzados por su hijo como destacado grande-liga en una nación donde hay tantos profesionales del base-ball famosos. Su rendimiento sobresaliente tiene que ser para él motivo de orgullo, compartido por familiares y amigos; todos, como venezolanos, ven sinceramente emocionados el desarrollo progresivo de la trayectoria beisbolística de este compatriota que hace maravillas en la posición de "campo-corto", que fue el mejor bateador del equipo "Rojos de Cincinnati" y conquistó segundo lugar en el "play off" pisando los talones a otro grande-liga de los Piratas, Willie Stargell.

Íbamos a finalizar la conversación cuando David llegó, apresurado con su esposa Dilia Montenegro y su hijo David Alejandro. Recogió apresuradamente algunas cosas que debía llevarse, y mientras concedió unos minutos de pose para la foto, repitió lo que dijo al llegar a Maiquetía cuando regresó a Venezuela el 23 de octubre por la noche.

-Creo que este año trabajé muy bien como grande-liga con mi nuevo manager John McNamara. Me anotaron ochenta y cuatro carreras empujadas y dieciséis jonrones: además di en el blanco con ciento sesenta y seis imparables en quinientos noventa turnos al bate: mi promedio fue de doscientos ochenta y uno.

¿Satisfacciones?

Haber batido mi propio récord, -respondió- tenido como el de mayor average acumulado por un venezolano en las Grandes Ligas.

Y reafirmó que no está satisfecho con lo realizado este año en la tierra donde el béisbol es soberano de los deportes, ya que bajó su ofensiva y no llegó a impulsar cien carreras.

 -Si el equipo de los Rojos me da chance para continuar de tercer bate, aspiro lograr esa ambiciosa meta de las cien carreras…

¿Y…?

La pregunta quedó sin ser formulada: el grande-liga ocumareño por los cuatro costados -sus padres son también nacidos y criados en Ocumare de la Costa- no podía detenerse por más tiempo. La tarde avanzaba y en los estudios de Venevisión, en Caracas, lo esperaban para entregarle el galardón del Meridiano de Oro.

Los esposos Concepción nos despidieron amablemente, y dejaron la invitación para una próxima visita, cuando vayamos a ver actuar al famoso David con el equipo de los "Tigres de Aragua" al cual se reintegrará dentro de poco.
Por: R.S.E.

(Revista "Momento Deportivo", 1979).

(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En el año 2000, coincidimos mis hermanos y yo, con "El Rey" David Concepción, en el mismo vuelo para asistir al Juego de las Estrellas de Atlanta 2000, tanto en la ida como de regreso. Allí, al saludarle en el aeropuerto de Maiquetía le entregamos un valioso y desconocido artículo titulado “Baseball en Ocumare de la Costa”, del Diario “La Esfera”, de fecha 27 de noviembre de 1933, donde nombraban a su padre, David Concepción, a quien llamaban “Mr. David”, era manager y segunda base, del equipo “Samanes”, de Ocumare de la Costa, que enfrentaron al team “Indio Libre” del barrio Holanda. A continuación, comparto con los amigos lectores, el curioso y desconocido artículo en referencia:

BASEBALL EN OCUMARE DE LA COSTA

“Indio Libre” del barrio Holanda se inauguró dándole una derrota a los aguerridos muchachos del “Samanes” que machinea Mr. David

Ocumare de la Costa, noviembre 27 de 1933. Ayer llevóse a efecto un interesantísimo juego de béisbol entre los popularísimos muchachos de “Indio Libre” y los pimientosos del “Samanes”, saliendo airosos los primeros con un resultado de 10 x 12 carreras.

“Indio Libre” sabiamente por su entusiasta manager Adolfo Martínez, fue suficiente para acreditarse la victoria. Entre los vencedores se distinguieron Natividad Laya, novel Pitcher que pudo dominar fácilmente a los temibles paleadoaneros. Bruno Díaz, guardó el campo corto, que supo enseñar bien su posición y Ángel M. Martínez, inicialista indígena que empujó la carrera del triunfo. Por los vencidos se distinguió Salas, el Pitcher.

David Concepción, Manager y segunda base de los vencidos, fue uno de los primeros factores de la derrota de su team, dejando de jugar por ponerse a discutir con el Umpire, cosa que encontramos muy mal en él y esperamos se corrija.

Para el próximo domingo tendremos un interesantísimo partido entre los “Indios” de ésta y los peligrosos “Lobos” del vecino Puerto de Turiamo.

Y por hoy basta.
Mister Lionard

Diario “La Esfera”, 27 de Noviembre de 1933, N° 2.421, Caracas.

(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez)

A David, le encantó este hallazgo y llamó seguidamente al periodista Rubén Mijares y al hermano de Andrés Galarraga para que lo leyeran. Entramos con él al avión por el túnel de acceso, conversando sobre cuánto lo admiramos como pelotero, sus grandezas y amigos de la familia que conocía.

He querido compartir, estos dos interesantes artículos, sobre los inicios del excelso campo-corto David Concepción contado por sus padres y otro, con relación a su homónimo padre cuando jugaba béisbol en Ocumare de la Costa en 1933.

Miguel Dupouy Gómez.

jueves, 29 de agosto de 2019

Lou Brock rompe el récord de Ty Cobb

Lou Brock en el histórico momento de alcanzar su robo 893 de su carrera, rompiendo el récord de Ty Cobb.

El 29 de agosto de 1977, Lou Brock, de los Cardenales de San Luis rompió el récord de más bases robadas de por vida, que tenía "El Melocotón de Georgia" Ty Cobb, de 892.

La estafa número 893 del veloz Lou Brock ocurrió en el San Diego Stadium, ante la batería de Dave Freisleben/Dave Roberts, de los Padres de San Diego.

Lou Brock, como primer bate y jardinero izquierdo, se fue de 3-1, con 1 carrera anotada, 1 boleto recibido, 2 robos de base, dejando su promedio al bate en .254. Los Padres se llevaron la victoria, 4-3.

Iniciando el partido, en el primer inning, Lou Brock recibió 1 boleto del lanzador Fred Freisleben y se robó la segunda base, con el tiro malo del receptor Dave Roberts, avanzó hasta a la tercera base, anotando seguidamente con sencillo impulsor hacia el jardín central del bateador Jerry Mumphrey, para colocar la pizarra 1-0. Era la estafa número 892 de su carrera, igualando el récord de Ty Cobb.

Abriendo la parte alta del segundo inning, Lou Brock conectó un doble hacia el jardín central, ante el mismo pitcher Freisleben.

Lou Brock feliz muestra la almohadilla al público asistente y a los medios de comunicación, tras establecer un nuevo récord de robos de base de por vida, con 893 estafas.

En el séptimo episodio, Lou Brock se embasó por jugada de selección, del pitcher Freisleben al segunda base Mike Champion, llegando a salvo a la inicial. Brock salió a la conquista de la intermedia llegando exitosamente, ante el pitcher Freisleben y el receptor Dave Roberts, no pudiendo detener el tiro el campo-corto Bill Almon. El histórico robo fue el número 893 de su carrera, rompiendo el récord de por vida de Ty Cobb, que tardó 49 años en romperse. Todos sus compañeros de equipo, fueron a felicitarlo al campo, en la segunda base. Los Cardenales de San Luis ganaban parcialmente 3-2.

La pizarra del Estadio de San Diego, anuncia y felicita a Lou Brock, como el nuevo monarca de bases robadas, con el récord establecido en 1977.

En la parte baja del octavo inning, Gene Tenace vino como bateador emergente en sustitución del pitcher Freisleben y recibió un boleto del lanzador abridor John Urrea. Al Hrabosky, a quien llamaban "El Húngaro Loco" vino a ocuparse del montículo y tras retirar a los bateadores Gene Richards y Bill Almon, recibió 1 cuadrangular de Mike Ivie, de los Padres de San Diego, para poner cifras definitivas al encuentro y darle la victoria a su equipo.

El pitcher ganador del encuentro fue Dave Freisleben, el perdedor Al Hrabosky y Rollie Fingers se llevó el juego salvado.

Era su partido 2.376 de Brock en la Gran Carpa y lo hizo a los 38 años de edad. Sus zapatos (spikes) de color rojo marca Converse All Star, permanecen exhibidos en el Museo del Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown.

Posteriormente, se le acreditaron a Ty Cobb 5 bases robadas adicionales, para llegar a un total de 897 en su carrera. Según esa cifra, Lou Brock rompió el nuevo récord (investigado años después), el día 22 de septiembre de 1977, en el Estadio Olímpico de Montreal, en donde Lou Brock alcanzó su robo de base número 898 de su carrera en las Mayores, siendo el mayor robador de la historia. 

Fue en la parte alta del octavo inning, cuando Lou Brock conectó 1 sencillo al jardín izquierdo, con 1 out. Bateando Jerry Mumphrey, Lou Brock salió a la conquista de la segunda base, llegando a salvo. Estaba lanzando el pitcher Dan Schatzeder y en la receptoría se encontraba el futuro miembro del Templo de los Inmortales de Cooperstown, el carismático Gary Carter, de los Expos de Montreal. No hubo celebración, debido a que el anuncio de la investigación del ajuste del total de robos de Cobb, fue años más tarde.

Lou Brock tuvo 12 campañas consecutivas estafando 50 o más bases (1965-1976) y 14 temporadas seguidas robando 30 o más bases (1964-1977) en las Mayores. Era indiscutiblemente, el hombre más rápido de la historia del béisbol hasta la llegada de Rickey Henderson.

Ganó 2 anillos de campeón con los Cardenales de San Luis (1964) y (1967). Derrotando en 7 partidos a los Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston, respectivamente.

Fue designado a 6 Juegos de las Estrellas (1967, 1971, 1972, 1974, 1975 y 1979). En 8 turnos al bate, conectó 3 sencillos, anotó 2 carreras y se estafó 2 almohadillas, dejando su promedio ofensivo en .375.

En 1974, estableció el récord máximo de robos en una temporada de Grandes Ligas con 118, superando el récord de Maury Wills de 104, establecido en 1962, en la Liga Nacional. Ese año quedó en segundo lugar para optar al Premio "Jugador Más Valioso" de la Liga Nacional, que lo obtuvo el inicialista Steve Garvey, de los Dodgers de Los Ángeles.

Lou Brock en la portada de la Revista Deportiva "Sport Illustrated" de 1974.

Jugó con los siguientes equipos en las Grandes Ligas: Cachorros de Chicago (1961-1964) y Cardenales de San Luis (1964-1979).

Sus números de por vida: En 19 temporadas, tuvo 10.332 turnos al bate, conectó 3.023 hits, 486 dobles, 141 triples, 149 jonrones, anotó 1.610 carreras, empujó 900, se robó 938 bases, recibió 761 boletos, se ponchó 1.730 veces, dejando su promedio de bateo en .293, porcentaje de embasado .343, porcentaje de slugging .410 y OPS de .753. Alcanzó un total de 4.238 bases y recibió 124 boletos intencionales. Su porcentaje de fildeo de por vida fue .959.

Ganador de los siguientes Premios: Babe Ruth de la Liga Nacional (1967), Jugador del Año (1974), Roberto Clemente (1975), Lou Gehrig Memorial (1977) y Hutch (1979).

Líder en Apariciones al Plato: 724 (1967) y 721 (1971).

Líder en Turnos al Bate: 689 (1967).

Líder en Carreras Anotadas: 113 (1967) y 126 (1971).

Líder en Dobles: 46 (1968).

Líder en Triples: 14 (1968).

Líder en Robos de Base: 74 (1966), 52 (1967), 62 (1968), 53 (1969), 64 (1971), 63 (1972), 70 (1973) y 118 (1974).

Actuó en 3 Series Mundiales (1964), (1967), y (1968). Dejó un promedio ofensivo de por vida en el Clásico de Otoño de .391.

Se robó 7 bases en las Serie Mundial de 1967, contra los Medias Rojas de Boston y otras 7, en 1968, enfrentando a los Tigres de Detroit.

Lou Brock fue el jugador número 13 en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar los 3.000 hits y fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown en 1985. Actualmente, ocupa la casilla número 28, de 32 peloteros que lo han realizado.

Su último robo de bases en las Grandes Ligas ocurrió el 23 de septiembre de 1979, en el Shea Stadium, en el quinto episodio, al estafarse la segunda base ante el pitcher Juan Berenguer y el receptor John Stearns, de los Mets de Nueva York. Era su estafa número 938 y lo hizo a la edad de 40 años.

El Premio "Líder Robador de Bases" en la liga Nacional, lleva su nombre como homenaje.

Miguel Dupouy Gómez.

A continuación, los invito a ver el siguiente interesante video del histórico momento del robo de base de Lou Brock que rompió el récord de Ty Cobb en 1977:


miércoles, 28 de agosto de 2019

Bob Abreu conectó un Jonrón dentro del parque para dejar en el terreno a los Gigantes

El venezolano Bob Abreu en el momento de conectar la bola hacia el jardín central, para dar un cuadrangular dentro del parque y dejar en el terreno a los Gigantes de San Francisco, en el décimo inning.

El 27 de agosto de 2000, en el Veterans Stadium, el venezolano Bob Abreu, de los Filis de Filadelfia, conectó en el décimo inning un cuadrangular dentro del parque para decidir el encuentro 2-1, frente a los Gigantes de San Francisco.

Los Gigantes se fueron arriba 1-0, en el tercer inning, cuando el campo-corto Ramón Martínez conectó un doble y anotó impulsado por un sencillo al jardín central del receptor Doug Mirabelli, ante los envíos del panameño Bruce Chen, de los Filis de Filadelfia.

En el sexto inning abriendo, Bob Abreu conectó 1 cuadrangular solitario, sin outs, por el jardín derecho, ante el pitcher Mark Gardner, para igualar las acciones a 1 carrera por lado.

En el cierre del décimo episodio, Bob Abreu, decidió el encuentro 2-1 con 1 jonrón dentro del parque, por el jardín central, profundo que no pudo tomar Calvin Murray, enfrentando al lanzador Aaron Fultz, siendo el "Come Dulce" el héroe del encuentro. Era el quinto cuadrangular dentro del parque en la historia de los Filis de Filadelfia.

Bob Abreu anotando en carrera, con su primer jonrón dentro del parque en las Mayores.

Bob Abreu, como primer bate y jardinero derecho, se fue a la ofensiva de 5-2, 2 cuadrangulares, 2 carreras anotadas y 2 impulsadas, dejando su promedio al bate en .319.

Bob Abreu es felicitado por sus compañeros luego de dejar en el terreno a los Gigantes de San Francisco, con un jonrón dentro del campo, en el décimo episodio.

El pitcher ganador fue Ed Vosberg y el perdedor Aaron Fultz.

Miguel Dupouy Gómez.

A continuación, los invito a ver el siguiente interesante video de ese histórico momento:



martes, 27 de agosto de 2019

Dos Jonrones dentro del Parque Consecutivos

Los grande-ligas Toby Harrah y "Bump" Wills, de los Rangers de Texas, conectaron jonrones dentro del parque en forma consecutiva, en el Yankee Stadium, en 1977.

El 27 de agosto de 1977, en el Yankee Stadium, los jugadores de los Rangers de Texas, el tercera base Toby Harrah y el segunda base Elliott "Bump" Wills conectaron jonrones consecutivos dentro del parque, siendo los únicos "Back to Back" de ese tipo, en la historia de las Grandes Ligas.

El hecho ocurrió en la parte alta del séptimo inning, con 1 out y 2 corredores en base (Sandy Alomar quien corría como emergente por Willie Horton y Dave May; Horton y May habían dado sencillos al jardín central), Toby Harrah conectó 1 cuadrangular dentro del parque, por el jardín derecho, ante el pitcher Ken Clay, de los Yanquis de Nueva York, para impulsar 3 carreras y colocar el partido 7-2 a su favor. El jardinero derecho, Lou Piniella, de los Yanquis de Nueva York se golpeó contra la barda, quedando acostado sobre el césped inconsciente, lo que aprovechó Harrah para anotar.

Al siguiente lanzamiento, "Bump" Wills, bateó en forma consecutiva y ante el mismo lanzador, otro cuadrangular dentro del parque. Esta vez por el jardín central, un batazo profundo que no pudo capturar el jardinero Mickey Rivers, corriendo las bases velozmente Wills, anotando, colocando la pizarra 8-2, siendo la única vez en la historia  que ha ocurrido en la era moderna del Big Show esta rara situación.

Los Rangers conquistaron la victoria 8-2 ante los Mulos de Manhattan.

"Bump" Wills era hijo del famoso Maury Wills. En tanto, que Willie Horton fue famoso manager/jugador del equipo Navegantes del Magallanes (1978-1979 y 1979-1980), y le llamaban "El Brujo" Horton, ya que hacía jugadas algunas de ellas descabelladas y le salían bien. Dave May jugó con los Tiburones de La Guaira (1976-1977 y 1977-1978) y Toby Harrah, actuó con las Águilas del Zulia (1971-1972, 1972-1973, 1973-1974 y 1974-1975), todos ellos conocidos de la afición venezolana, por haber jugado en nuestro país.

Miguel Dupouy Gómez.

A continuación, los invito a ver el siguiente interesante video de ese histórico momento:


Rickey Henderson rompe el récord de Lou Brock

Momento histórico del robo número 119 de la temporada del veloz Rickey Henderson, rompiendo el récord de Lou Brock.

El 27 de agosto de 1982, el veloz Rickey Henderson, de los Atléticos de Oakland rompió el récord de bases robadas en una campaña que estaba en manos de Lou Brock, de los Cardenales de San Luis, de 118, establecido el año 1974, a la edad de 35 años.

La base robada número 119 de Rickey Henderson le permitió concluir la temporada estableciendo la marca de 130 bases estafadas, en 1982.

Ese día, Rickey Henderson se robó 4 bases ante el pitcher Doc Medich y el receptor Ted Simmons, de los Cerveceros de Milwaukee. 3 veces la intermedia y 1 ocasión la antesala, para romper y establecer un nuevo récord de 122 estafas en la temporada, aún por concluir.

El histórico robo de base ocurrió en el County Stadium, en la parte alta del tercer episodio, luego de recibir un boleto por parte del lanzador Doc Medich. Henderson se estafó la segunda base ante la batería de Doc Medich y Ted Simmons, recibiendo el tiro el actual Miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, el campo-corto Robin Yount, de los Cerveceros de Milwaukee.

Luego de que Henderson estafara su base 119 de la temporada y rompiera el récord de 118 que tenía Lou Brock, se detuvo el juego y fue felicitado por el mismo Brock y el Presidente de la Liga Americana, Sr. Lee McPhail.

Rickey Henderson, de los Atléticos de Oakland, celebra el momento histórico de su récord de robos de base y fue felicitado por Lou Brock, quien tenía la marca anterior.

En el sexto inning, Henderson recibió otro boleto del pitcher Doc Medich y se estafó la segunda base; anotando luego desde la intermedia con sencillo al jardín central de Wayne Gross, para poner el score parcial igualado a 2.

El impresionante show de Rickey Henderson continuó, tras recibir otra base por bolas en el octavo capítulo, ante el mismo Medich, al robarse la segunda y tercera base exitosamente, ante el experimentado catcher Ted Simmons y anotando posteriormente, con elevado de sacrificio de Dwayne Murphy, para poner la pizarra a su favor, 4-3.

No obstante, Jim Gantner, de los Cerveceros de Milwaukee, conectó un sencillo en la parte baja del octavo inning, hacia el jardín izquierdo, ante el lanzador Bob Owchinko, impulsor de 2 carreras, para ponerle cifras definitivas al partido. Los lupulosos se llevaron la victoria 5-4.

El venezolano Antonio "Tony" Armas estuvo presente y fue testigo de la hazaña lograda por su compañero de equipo, Rickey Henderson. Armas actuó ese día como jardinero derecho y cuarto bate; se fue a la ofensiva de 4-0.

En esa época, se decía que el mejor outfield de las Grandes Ligas era el conformado por Rickey Henderson (LF), Dwayne Murphy (CF) y Antonio "Tony" Armas (RF), quienes estaban a las órdenes del Manager Billy Martin.

Dwayne Murphy vino a Venezuela y tuvo una destacada actuación con los Leones del Caracas, la temporada 1979-1980, donde dejó un promedio al bate de .328, con 12 cuadrangulares y 33 remolcadas. Con ellos participó en la Serie del Caribe de 1980, celebrada en la República Dominicana representando a Venezuela, siendo líder en dobles y robos de base del torneo, con 3. Dejó su promedio de bateo en .333 y porcentaje de slugging de .476. Venezuela ocupó el segundo lugar del Clásico del Caribe, con 3 victorias y 3 derrotas igualado con Puerto Rico. Los Tigres del Licey se titularon campeones con 5 victorias y 1 derrota (propinada por el equipo venezolano, el día del monstruoso jonrón de Antonio Armas a Mario Soto, para ganar 4-2).

Rickey Henderson estableció durante su carrera de 25 temporadas en las Mayores algunos de los récords vigentes:

Más Robos de Base en una Temporada: 130.

Más Robos de Base de por vida: 1.406.

Más Carreras Anotadas de por vida: 2.295.

Más Boletos Recibidos (No Intencionales): 2.129.

Ganador del Premio "Jugador Más Valioso" de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (1989), en donde se robó 8 bases en 5 partidos, ante los Azulejos de Toronto.

Ganador del Premio "Jugador Más Valioso" de la Liga Americana (1990).

Ganó 2 Anillos de Campeón: Con los Atléticos de Oakland (1989) y Azulejos de Toronto (1993).

Bateó de por vida 3.055 hits, 297 cuadrangulares (293 como primer bate y dio 82 jonrones en el primer inning), impulsó 1.115 carreras, dejando su promedio al bate en .279.

Lideró 12 campañas el departamento de Robos de Base de la Liga Americana.

El 1 de mayo de 1991, en el Oakland-Alameda County Stadium, Rickey Henderson rompió el récord de Lou Brock al estafarse la base número 939 de su carrera, en presencia del mismo Brock. Henderson se robó la tercera almohadilla, en el cuarto episodio, ante el pitcher Tim Leary y el catcher Matt Nokes. Luego, en sus palabras expresadas en el estadio agradeció a Dios, a su madre, a su familia, a los fanáticos que le brindaron su apoyo, al manager Billy Martin y se proclamó como el "El Más grande de todos los tiempos", parafraseando a su ídolo de su niñez, el campeón de boxeo "Muhammad Ali" Cassius Clay. Los Atléticos vencieron 7-4 a los Yanquis de Nueva York. El venezolano Álvaro Espinoza campo-corto de los Mulos de Manhattan actuó y fue testigo presencial de ese histórico momento.

El 1 de mayo de 1992, en el Tiger Stadium, en el primer inning, Henderson bateó 1 doble y se robó la tercera base ante el tiro del receptor Mickey Tettleton, siendo su base estafada número 1.000 de su carrera, en 1.232 intentos. El lanzador era Walt Terrell, de los Tigres de Detroit. Los Atléticos se llevaron la victoria 7-6.

En 1998, a los 39 años de edad, con los Atléticos de Oakland se robó 66 bases y fue líder de estafas en el joven circuito.

10 veces designado al Juego de las Estrellas.

Ganador del Premio "Guante de Oro" (1981) y 3 Premios "Bate de Plata" (1981, 1985 y 1990).

El 1 de agosto de 2009, su famoso número 24, fue retirado de los Atléticos de Oakland.

Portada de la Revista Deportiva "Sports Illustrated" con la fotografía del "El Maestro de los Robos", Rickey Henderson.

Rickey Henderson fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown, el año 2009. Le llamaron "El Hombre de Acero".

Estuvo en las Mayores con 9 equipos: Atléticos de Oakland (1979-1984, 1989-1993, 1994-1995 y 1998), Yanquis de Nueva York (1985-1989), Azulejos de Toronto (1993), Padres de San Diego (1996-1997 y 2000), Angelinos de Anaheim (1997), Mets de Nueva York (1999-2000), Marineros de Seattle (2001), Medias Rojas de Boston (2002) y Dodgers de Los Ángeles (2003).

Hasta los momentos, ningún pelotero ha sido más impresionante ejecutando el robo de base, que el pimientoso Rickey Henderson. Era el clásico pelotero que se le podía adjudicar el mote de "Perro Caliente". Mezclaba velocidad, potencia y agresividad en el correr de bases; tenía buen bateo y poder, para ser un excelente primer bate y pelotero. Su forma de jugar era con gran intensidad.

El Miembro del Salón de la Fama del Béisbol Dave Winfield señaló sobre Rickey Henderson que era uno de los mejores jugadores con quien él había jugado y coincidió con el propietario de los Yanquis de Nueva York, Sr. George Steinbrenner, en que Rickey Henderson es el mejor primer bate de la historia del béisbol.

Miguel Dupouy Gómez.

domingo, 25 de agosto de 2019

Miguel Cabrera Grande-Liga Venezolano Líder en dobles

Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, es el Grande-Liga venezolano que ha bateado más dobles de por vida en las Mayores.

El 24 de agosto de 2019, en el Target Field, el venezolano Miguel Cabrera se erigió como el grande-liga venezolano que ha bateado más dobles de por vida en las Grandes Ligas, con 575.

El histórico batazo ocurrió abriendo la parte alta del quinto inning. Miguel Cabrera conectó una fuerte línea hacia el jardín derecho, donde se encontraba su compatriota Marwin González, ante el lanzador derecho Kyle Gibson, de los Mellizos de Minnesota. Era su doblete número 19 de la campaña. Le faltan 6 hits para los 2.800 indiscutibles (lugar 52), 26 jonrones para los 500 (escalafón 28) y 15 carreras impulsadas para llegar a 1.700 (para ocupar la posición 27, superando a Cal Ripken Jr. y Jim Thome).

Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, se fue a la ofensiva de 4-1, 1 doble, 1 boleto recibido y 2 ponches, dejando su promedio al bate en .280. Actuaron también los venezolanos: Luis Arráez (2B) y Marwin González (RF), por los Mellizos de Minnesota y sus compañeros de equipo Víctor Reyes (LF) y Harold Castro (CF). Los Mellizos se llevaron la victoria 8-5.

"Miggy" conectó su histórico doblete a los 36 años y 128 días, en el partido 2.379 de su carrera. Le tomaron 17 campañas y 8.876 turnos al bate en las Mayores para obtenerlos.

Miguel Cabrera había igualado a Bob Abreu como el venezolano máximo bateador de dobles en las Grandes Ligas, con 574, el 14 de agosto de 2019.

Ese día, en el Comerica Park, iniciando el tercer inning, Miguel Cabrera conectó un doble por el jardín derecho hacia el terreno de Mallex Smith, ante el pitcher zurdo Marco Gonzáles, de los Marineros de Seattle, siendo su décimo octavo biangular de la temporada, igualando el récord para peloteros venezolanos en las Grandes Ligas con 574 dobles de por vida, junto a Bob Abreu. Luego, Cabrera fue puesto out en home tratando de anotar, después de un sencillo de línea al jardín central de Niko Goodrum, con el tiro de Keon Broxton al receptor venezolano Omar Narváez.

Abreu lo consiguió en el 2014, en su última campaña de 18 temporadas, jugando para los Mets de Nueva York, a la edad de 40 años. Cabrera, lo logró a los 36 años.

El 15 de junio de 2014, en el Citi Field, Bob Abreu conectó su último doble de su carrera en las Mayores. Fue en la parte baja del primer inning, un doblete rodado por el jardín derecho, impulsando a Daniel Murphy desde la intermedia y permitiendo el avance a la antesala de David Wright quien se encontraba el la inicial, para colocar el score parcial 2-0 a su favor, ante los envíos de lanzador Ian Kennedy, de los Padres de San Diego, quien a la postre sería el perdedor del encuentro, 3-1. Abreu se fue a la ofensiva, de 3-1, 1 doble, 1 carrera impulsada, 1 boleto y 1 ponche, dejando su promedio al bate en .308.

Miguel Cabrera sigue escribiendo historia cada día. ¡Muchas felicitaciones Miggy!

Miguel Dupouy Gómez.